Viendo el once inicial del Deportivo, antes de conocer las posiciones de cada uno en el terreno de juego, todos apostábamos por un tridente en el medio campo. Pero Gaizka Garitano nos sorprendió con un Celso Borges caído a banda derecha dejando la zona central para Guilherme y Pedro Mosquera, mientras Bruno Gama se encargaba de trabajar en la zona izquierda. Por delante de ellos, Emre Çolak y Florín Andone. Con este 4-4-2, el Deportivo trató de parar los ataques del Barcelona juntando líneas cuando perdía balón e intentando mantenerlo con posesiones largas cuando conseguía recuperarlo. Pero pocas veces se pudo ver en ese partido. En una pérdida de balón de Fernando Navarro en el borde del área provoca el primer gol de los azulgranas. De todas formas, el entrenador del conjunto coruñés no varió el esquema. Sobre el segundo gol, solo comentar que todos sabemos que si hay algún jugador que pueda rematar de cabeza en el Barcelona este es Piqué y resulta que se encarga de su marca Pedro Mosquera. El acompañamiento sin presión provoca el 3-0 de su área, que le llega a Luis Suárez para quedarse solo ante Lux. A los diez minutos de la segunda parte, entra Ryan Babel al terreno de juego ocupando el sitio de un discreto Çolak y ya en la siguiente jugada llega el gol de Messi con una defensa estática sin presión como el gol anterior. Ante un equipo como el Barcelona, hace falta un poco más que juntar líneas y bascular de un lado a otro. Laure se autoexpulsa con un codazo parecido a otro que había recibido de Neymar en la primera parte. Y a otro puñetazo de Suárez a Arribas. En el Camp Nou no son merecedores de tarjeta cuando las faltas las realiza el equipo de casa. Los últimos minutos de juego se convirtieron en sufrimiento para el Dépor ante el asedio local.