El negativo arranque del Deportivo lleva a pensar que otra temporada más el equipo tendrá que pelear hasta el final para asegurarse una plaza en la máxima categoría en el curso siguiente. Desde 2010-11 el deportivismo vive y duerme con el miedo. Los cuatro años anteriores en Primera fueron en exceso exigentes para una afición que continúa uno o dos pasos al frente del equipo. Aquella derrota de mayo de 2011 en Riazor ante el Valencia sentenció a los blanquiazules al pozo de Segunda tras veinte años ininterrumpidos en la elite del fútbol español. Cumplió el equipo, que al año siguiente volvió a lograr plaza en Primera; pero de forma efímera porque se volvió a encontrar con el descenso. Otra vez arriba a la primera intentona. Y después, dos años de incertidumbre hasta última hora, cuando el equipo logró la salvación. Ahora, con una plantilla que ilusionaba, la sensación que existe es que es necesario un cambio de rumbo para evitar el sin vivir de las cuatro temporadas anteriores entre los grandes. Sin embargo, el consejo de administración apela a "la calma" para solventar la crisis, porque cree que hubo una serie de factores negativos que afectaron seriamente al equipo.

La marcha de Lucas. La apuesta del Arsenal por Lucas Pérez dejó al Deportivo huérfano de su referencia y de su estandarte. Ya van dos meses sin el atacante de Monelos, pero el Deportivo no pudo, o no supo, todavía rehacerse de la ausencia de un futbolista que se sacaba un gol de la nada.

La lesión de Joselu. La plantilla quedó confeccionada casi en tiempo récord, con futbolistas de nivel que se pusieron a las órdenes de Gaizka Garitano con oportunidad para entender el mensaje del nuevo entrenador. Pero, el infortunio se cebó en alguno de los refuerzos. Joselu apenas disputó veinte minutos con la camiseta blanquiazul. El atacante gallego, que llegó cedido del Stoke City para sustituir a Lucas, se rompió en su estreno frente al Athletic de Bilbao. También Carles Gil estuvo en la enfermería. Se estrenó como titular, pero acabó quedando fuera, hasta que se restableció de la dolencia y ya vuelve a contar para el técnico.

Jugadores fuera de forma. Marlos Moreno, otra de las incorporaciones estrella, llegó a préstamo por el Manchester City, pero totalmente fuera de forma. Había participado con Colombia en la Copa América Centenario, y nada más finalizar su participación en este torneo tuvo que su incorporarse a su equipo de entonces, el Atlético Nacional de Medellín para disputar la final de la Copa Libertadores, que acabó conquistando. Necesitaba descanso y el club se lo dio. Se incorporó con la competición ya iniciada y sin haber hecho pretemporada. "Está entrenando de maravilla", reconocen los técnicos. Su aportación tiene que ser decisiva. También confían en que lo sea la de Babel. El holandés fue fichado con el mercado cerrado, pero llevaba tiempo sin entrenarse. Jugó antes de tiempo, como el mismo reconoció, y demostró sus condiciones, pero también evidenció que todavía está lejos del nivel adecuado para disputar un partido completo de alto competición. El del Balaídos el pasado domingo fue otra muestra.

Mala' elección en las alineaciones. La necesidad, sobre todo ante la falta de gol y de la escasez de ocasiones para marcar, llevó a Garitano a tomar decisiones que de alguna forma se pueden considerar precipitadas, como fue alinear a Babel nada más aterrizar en A Coruña o hacerlo jugar desde el principio el pasado domingo en Balaídos. En su búsqueda de soluciones, el vasco optó por relegar a Emre Çolak en las primeras jornadas de Liga, pero cuando le dio el bastón de mando, el turco se erigió en el líder que puede necesitar este equipo. Sin embargo, en Vigo se quedó en la grada. Se le critica que no es capaz de aguantar el ritmo durante 90 minutos; se le disculpa con el argumento de que no está acostumbrado a esta intensidad, tanto la de la competición como la que exige el entrenador a sus futbolistas.

Recuperación de futbolistas. La puesta a punto de Marlos Moreno, cuyo trabajo durante la semana satisface plenamente a los técnicos, la mejoría de Babel, que poco a poco va progresando, también debido al esfuerzo en los entrenamientos, permitirán al equipo disponer de mayores recursos de tres cuartos hacia adelante, donde solo Andone está dando la cara, aunque sin resultados efectivos en forma de goles. También la vuelta de Joselu permitirá al Deportivo reforzarse arriba. El atacante gallego, nacido en Alemania, sigue avanzando en su recuperación a pasos agigantados. Ayer volvió a mostrarse ilusionado en su próximo regreso con unas imágenes en su cuenta de twitter.

Confianza plena en Garitano. Todas las adversidades que sufrió el Deportivo desde el arranque de la Liga es lo que lleva a pensar a los dirigentes que no se equivocaron en la elección de Gaizka Garitano como entrenador. Los dos últimos partidos, sobre todo el de Balaídos, hicieron saltar las alarmas. "Hubo alguna duda", comentan fuentes del club, pero también saben de la capacidad del vasco, que es capaz de reconocer cuando se equivoca -"nadie es infalible", recalcan esas fuentes- y de corregir sus errores, o posibles errores.

Fichajes en invierno. La recuperación de los lesionados; la puesta a punto de los futbolistas que llegaron fuera de forma y la incorporación, o incorporaciones, durante el mercado del invierno permite a los dirigentes y técnicos ser moderadamente positivos con respecto a la respuesta y rendimiento del equipo. Saben que la preocupación es lógica por los números que ofrece tras nueve jornadas. A estas alturas la situación es similar a la de la campaña 2014-15 con Víctor Fernández (16º con 8 puntos tras 2 victorias, dos empates y 5 derrotas) y bastante peor que el año pasado con Víctor Sánchez (6º con 13 puntos).