La visita del Valencia aviva recuerdos negativos, sobre todo por dos partidos que fueron claves en la historia reciente del club blanquiazul, ambos en Riazor y ambos en la última jornada del campeonato. En uno, el empate sin goles privó a los blanquiazules de conquistar su primer título de Liga allá por el año 1994; en el otro, el triunfo de los de Mestalla (0-2) sentenció a los coruñeses al descenso tras veinte años de permanencia continuada en la máxima categoría del fútbol español. Tampoco la última visita de los valencianistas dejó un grato recuerdo, ya que un gol de Negredo con el tiempo cumplido dejó a los jugadores de Víctor Sánchez sin un triunfo más que merecido (1-1).

El desencuentro de la afición blanquiazul con el Valencia surgió a raíz del gesto de González, portero ché, en aquella última jornada del curso 1993-94, tras detener un penalti a Djukic con el tiempo ya cumplido. El gol le hubiese dado la Liga al Deportivo; el empate convirtió al Barcelona en campeón. El Valencia nada se jugaba, sin embargo González levantó el puño para celebrar su acierto ante unos desmoronados futbolistas deportivistas. La revancha se la cobraron los coruñeses un año más tarde (1995) al conquistar la Copa del Rey en la final del diluvio, que se resolvió en dos fechas.

Desde aquel 14 de mayo de 1994 la rivalidad entre ambas aficiones se encarnizó y de nuevo fueron los levantinos los que pudieron disfrutar con la desgracia de los deportivistas 17 años después cuando, también en la última jornada, los jugadores dirigidos entonces por Miguel Ángel Lotina necesitaban un empate para certificar la permanencia y condenar al Mallorca, pero los de Mestalla se impusieron. Un gol al principio de Aduriz y otro al final de Soldado (minuto 94) enviaron a Segunda a los coruñeses. Fue un partido de guante blanco en el que los visitantes marcaron casi sin querer. En el primero, el delantero vasco remató sin fuerza y sin mirar y en el segundo, Soldado se encontró con el balón a puerta vacía. Ya antes lo valencianistas habían desaprovechado numerosas ocasiones. Se notó que no querían hacer sangre de los locales, pero estos se condenaron con sus desaciertos.

En el reencuentro en Primera la victoria también se fue para Mestalla (2-3). El Deportivo remontó el tanto inicial del Valencia con dos goles de Riki, pero sendos remates en la segunda parte permitieron a los levantinos hacerse con la victoria. Ese año, el cuadro coruñés regresó a Segunda. Hubo que aguardar otras dos temporadas para que se volviesen en medir. Entonces sí que los blanquiazules se impusieron, además con una marcador concluyente (3-0). Fue el encuentro de la reaparición de Lucas Pérez, que había llegado cedido ese verano, pero a quien las lesiones le habían impedido jugar en partido oficial. En su estreno anotó el primer gol de un marcador que completaron Mustafi, en propia meta, y Toché.

Ahora, el Valencia llega en plena remontada tras uno inicio de Liga nefasto que llevó a su dirigentes a destituir a su entrenador, Pako Ayestarán, tras la cuarta jornada. Su sustituto, el italiano Cesare Prandelli, consiguió que el equipo mostrase una cara muy diferente: no se entrega ni un segundo y juega casi al límite como demostró en la última jornada frente al Barcelona, que solo fue capaz de ganar al transformar un penalti en los minutos finales del encuentro.