El primer gol de Florin Andone con el Deportivo marcó el desarrollo del partido del pasado fin de semana en el Nuevo Los Cármenes, donde el equipo coruñés habría amarrado los tres puntos si Undiano Mallenco no llega a anular un tanto legal de Ryan Babel por un inexistente fuera de juego. Hasta el 0-1, en el minuto 64, fue un encuentro de mucho control, sobre todo en la primera parte. Luego, a raíz del tanto coruñés, el Granada se desmelenó en busca de la remontada, lo que derivó en un ida y vuelta constante con muchas llegadas peligrosas a las dos porterías.

EMiedo al error. De salida ninguno quiso arriesgar pese a la necesidad que ambos tenían de sacar el partido adelante. El equipo andaluz llegaba como colista, con solo tres puntos. Jugaba en casa y afrontaba el encuentro con la obligación de tener que buscar la portería contraria de manera descarada. Sin embargo, en la primera mitad la línea de cinco atrás que plantó Lucas Alcaraz no acabó de darle amplitud ni profundidad. Hubo muy pocas ocasiones y nadie hizo méritos suficientes como para irse al descanso con ventaja. Hasta el ecuador del choque los dos equipos jugaron para no perder, más que para ganar, tratando de minimizar los riesgos y con mucho miedo al error para no dar facilidades al rival.

EPosesión sin ocasiones. El Deportivo le discutió la posesión al Granada en varias fases de la primera parte, pero los dos tocaron mucho en el centro del campo, sin apenas profundidad. Solo con centros desde las bandas consiguieron generar relativo peligro. Así llegó un remate claro de cabeza de Pereira para los locales y otro testarazo frustrado de Marlos Moreno para los visitantes. Las defensas, hasta entonces, se impusieron a los ataques. En la zaga del Dépor Alejandro Arribas rindió a un buen nivel pese a la falta de partidos, supliendo con éxito al sancionado Raúl Albentosa, y convirtiéndose en un buen complemento para Sidnei en la retaguardia blanquiazul.

EMás contención. El Granada dio un paso al frente tras la reanudación y el Deportivo se dedicó casi en exclusiva a defender. En pleno crecimiento ofensivo del conjunto andaluz llegó el 0-1, en una acción aislada. Fue tras una pérdida de los locales en el centro del campo, que aprovechó Emre Çolak para conectar un buen pase en profundidad para la carrera de Andone. El rumano superó a su par en velocidad y, en dos tiempos, batió a Ochoa para firmar su primer tanto en partido oficial como deportivista.

ELocura de partido tras el 0-1. Después del primer gol el encuentro se volvió loco debido a la ansiedad del Granada por darle la vuelta al marcador. Su desesperación hizo que cargara una y otra vez sin tregua sobre la portería de Tyton. El Dépor pudo matar el encuentro a la contra pero el segundo tanto llegó en una acción a balón parado. Babel entró en carrera y remató en el segundo palo. Gol legal, anulado por un fuera de juego que solo vio el asistente de Undiano Mallenco. Una vez más, el colegiado falló en contra del Deportivo, algo que ya se ha convertido en costumbre en la presente temporada.

EFalta de contundencia en las áreas. Al margen de ese fallo arbitral, al Deportivo le faltó un poco más de contundencia en las áreas para amarrar los tres puntos. Reculó demasiado y permitió que el Granada llegara arriba por acumulación hasta encontrar el empate en esa acción desafortunada en la que Tyton acabó introduciendo el balón involuntariamente en su propia portería. Los andaluces no levantaron el pie tras el 1-1 y siguieron insistiendo para tratar de completar la remontada. El Dépor lo aprovechó para conducir varias contras peligrosas, la más clara la que desperdició Guilherme con su remate a placer rechazado por Ochoa.