El Deportivo abandonó el Santiago Bernabéu el sábado por la noche lastimado por una nueva derrota en el último suspiro y molesto por otro arbitraje cuestionable, pero reforzado en una línea de juego que ha ido trazando durante las últimas jornadas a pesar de que los resultados no terminan de respaldarla. Al equipo le falta redondear esas actuaciones con marcadores que confirmen la evolución mostrada en el último mes de competición, aunque también pulir errores como los que le costaron la derrota ante el Madrid porque ya le había ocurrido antes ante Sevilla y Málaga. Por más que el colegiado hubiera alargado la prolongación, crítica deslizada por Gaizka Garitano al final del partido como queja principal hacia el árbitro a pesar de que la actuación de Jaime Latre naufragó en cuestiones más capitales, el tanto de Sergio Ramos llegó después de un fallo de marcaje de Borges y el de Mariano en otro al alimón entre Sidnei y Guilherme. No acaba de ajustarse el Deportivo, que ahora que ha encontrado el olfato ofensivo que le faltaba al comienzo de la temporada busca recuperar solidez defensiva.

Un once reconocible. Garitano no había repetido alineación en ninguna de las anteriores catorce jornadas. En el Bernabéu, sin embargo, alineó a los mismos que se impusieron con contundencia a la Real Sociedad a pesar de que amagó con introducir alguna variante. Sobre ese bloque gravitará el futuro más inmediato del Deportivo, que hasta la fecha no había dado con un equipo reconocible. Unas veces fue por insistencia del propio Garitano, que se resistió a mover del once a jugadores con galones como Mosquera y Bruno, y otras por los contratiempos que se ha ido encontrando el entrenador desde el arranque de la temporada. Han sido principalmente lesiones de jugadores con peso dentro del proyecto.

Joselu, un fichaje anticipado. La baja de Joselu tras su primer partido fue uno de esos imprevistos. Recuperado de su lesión en la rodilla, el delantero empieza a descontar los minutos y goles perdidos durante los casi tres meses que ha estado fuera de las convocatorias. El Deportivo rozó la victoria en el Bernabéu doce años después gracias a dos tantos suyos fraguados a través de una sociedad que apunta a imprescindible en los próximos compromisos.

Una pareja en ataque. Los dos goles de Joselu contra el Madrid no se entenderían sin la insistencia de Andone, incansable para presionar a los defensas blancos en ese tramo del partido tras el gol de Morata en el que el conjunto de Zidane se relajó. Le robó la cartera a Casemiro en el primero y porfió en el contragolpe que dio origen al segundo. No pudo prolongar su racha de cuatro partidos consecutivos marcando, pero mantuvo el tono competitivo mostrado durante el último mes. La opción de dos delanteros aparece ahora como una posibilidad real para Garitano en los esquemas y alineaciones. El principal damnificado sería Emre Çolak.

El descuento, una cuestión psicológica. Después de la goleada ante la Real Sociedad, las dolorosas derrotas ante Sevilla y Málaga parecían olvidadas. El gol de Sergio Ramos en el descuento el sábado, sin embargo, revivió un fantasma que persigue al Deportivo esta temporada. Por más que logra adelantarse en el marcador, titubea con ventaja y se aboca a finales dolorosos. Ante la Real en Riazor lo contrarrestó cuando los donostiarras amagaron con reaccionar, pero fue incapaz de frenar el clásico arreón del Madrid cuando se ve por debajo en el marcador. Esa debilidad empieza a volverse crónica y amenaza con acompañarle todo el campeonato para beneficio de los rivales si no se le pone remedio.