Suma y sigue el Deportivo, que a falta de victorias, enlaza partidos sin perder para seguir descontando puntos con respecto a la zona peligrosa de la clasificación. Ayer fue únicamente uno, pero pudieron ser los tres después de mostrarse superior por muchos momentos a un Villarreal sometido por medio del empuje blanquiazul pero también a través del manejo del balón. Mereció más el cuadro blanquiazul, al que los méritos no le recompensaron otra vez a pesar de que disfrutó de las mejores oportunidades del partido.

Entró bien al partido el conjunto de Garitano, que ayer recuperó el esquema sobre el que construyó la evolución del equipo en el mes de diciembre. Andone ocupó la punta del ataque en solitario y Emre Çolak ejerció el papel en el que más ha destacado. El turco se colocó por delante de los mediocentros y abandonó el destierro en la banda que disminuye su participación y su influencia en el juego del equipo. Sobre él pivotó el dominio al que sometió el Deportivo a su rival en los primeros veinte minutos del partido. A través de la pelota, el conjunto blanquiazul volvió a demostrar que tiene los argumentos suficientes para cuestionar a cualquiera, aunque ayer volvieran a faltarle una cantidad importante de futbolistas y Gaizka Garitano tuviera que improvisar la convocatoria prácticamente con todos los disponibles.

Controló el balón al Deportivo y dejó sin respuesta al Villarreal, que ha matizado la propuesta de sus últimos años sumando a su tradicional juego combinativo una profunda seriedad defensiva. Sobre esto último se apoyó el equipo de Fran Escribá para resistir el mejor arranque deportivista, que sumó oportunidades a su dominio.

La primera la tuvo Celso Borges a los siete minutos después de un centro de Emre Çolak despejado por la defensa castellonense. El costarricense recogió la pelota en el balcón del área y trató de ajustar el disparo al palo derecho de Asenjo. El remate se marchó por poco, pero confirmó las intenciones de un Deportivo ambicioso en su lucha por alejar cada vez más los puestos de descenso de la clasificación.

Casi todo lo que proponían los blanquiazules llegaba a través de Çolak, multiplicado ante la menor aportación ayer de las bandas. Laure regresaba a una alineación más de dos meses después por la sanción de Juanfran y Luisinho se colocaba por delante de Navarro ante la falta de efectivos de Garitano. La mayor presión, sin embargo, reposaba sobre los hombros del joven Marlos Moreno, cuestionado ya por la grada de Riazor y de nuevo en el once. Tenía la ocasión de reivindicarse el colombiano ante la estrategia del club, centrado en incorporar jugadores para los costados del ataque en este mercado invernal.

Para él fue la siguiente ocasión de los deportivistas a través de un contraataque que condujo prácticamente desde el medio campo sin que sus compañeros le ofreciesen demasiadas alternativas. No le quedó más alternativa que disparar. Le faltó continuidad y presencia al colombiano en ese primer tramo de partido en el que dominó el Deportivo, que aún tendría otra buena ocasión para ponerse por delante en el marcador.

Fue a través de una recuperación de Çolak en el centro del campo, que enseguida se giró y deslizó un balón a la carrera de Andone. El rumano llegó entero al área después de una carrera exigente con el defensa y logró soltar un disparo al que respondió Asenjo enviando la pelota a córner. Dominaba entonces el conjunto de Garitano, que al mismo tiempo llevaba peligro al área del Villarreal a través de las acciones a balón parado, pero los visitantes reaccionaron arrebatando el control de la pelota a los blanquiazules.

Fueron los peores momentos de los deportivistas, que entonces sí se mostraron desorientados ante el manejo del balón del conjunto amarillo. El Villarreal encadenó llegadas peligrosas antes del descanso en una primera parte que se terminó equilibrando y que demostró la capacidad de respuesta del equipo de Garitano en una situación apurada y ante un rival de campanillas.

Los primeros veinte minutos del primer acto mostraron el camino a los blanquiazules, así que insistieron con esa fórmula tras la reanudación. Volvieron a hacerse con la pelota e incrementaron el ritmo para asomarse con mayor peligro sobre la portería de Asenjo.

Enlazaron llegadas y tuvieron su mejor oportunidad después de una jugada larga en la que participaron Marlos Moreno y Laure por la banda derecha. La pelota acabó en los pies de Borges, que colocó un centro de penalti que Andone remató de semichilena para estrellar la pelota en el palo izquierdo del portero visitante.

Eso terminó de animar a los deportivistas, que volvieron a dominar el partido con suficiencia. Las mejores ocasiones eran para ellos, pero no terminaban de materializarlas, como le ocurrió a Marlos en otra oportunidad clara. Laure insistió en una jugada aparentemente sin trascendencia y logró colocar la pelota para que se pasease por el área rival. El colombiano no llegó por poco antes de enfilar el banquillo dejando la sensación de una leve mejoría cuando en breve tendrá que competir con Ola John y muy probablemente con Kakuta.

Tuvo la última Joselu nada más acceder al campo a través por medio de un cabezazo que Asenjo desvió de manera magistral por encima del larguero. Se rindió entonces el Dépor y dio por bueno el punto.