El Deportivo cierra la primera vuelta sin lograr la victoria lejos de Riazor, pero alejado siete puntos del descenso -pendiente de lo que haga hoy el Sporting de Gijón en su visita al Betis-, tras el empate del pasado viernes frente al Las Palmas. Fue uno de los peores partidos del equipo deportivista en las últimas jornadas, tanto que recordó a aquel equipo que en el inicio del curso simplemente deambulaba por los campos. Los coruñeses igualaron en una jugada aislada, pero fueron incapaces de remontar a pesar de mandar en el partido a partir del gol de Andone (minuto 69) y sobre todo tras la expulsión de Aythami (minuto 76). Un punto en un campo en el que nadie fue capaz de vencer en la primera vuelta, ni siquiera el Madrid, que deja a los deportivistas con 19 puntos.

ESin balón, mucho más sufrimiento. Los futbolistas blanquiazules sufrieron sin el balón, que los canarios manejaron a su antojo, especialmente después de adelantarse en el marcador, aunque casi siempre muy lejos de la zona de peligro y con escasa profundidad. Quizá eso fue lo que mantuvo con vida a los deportivistas, que sacaron provecho de un pase medido de Çolak a Andone para que el rumano anotase el empate y su séptimo gol de la temporada. "Un gol importante porque sumamos un punto en un partido en el que la primera parte fue bastante mala y pudimos reaccionar en la segunda", explicó ayer el atacante en la sala de prensa de Abegondo.

EUn centro del campo desconocido. La pareja formada por Guilherme y Celso Borges estaba siendo fundamental en el resurgir del Deportivo, especialmente tras el regreso del brasileño a la titularidad, pero en Las Palmas ninguno de los dos futbolistas fue capaz de imponer su dominio en la medular. Ambos corrieron demasiado detrás del balón y perdieron con demasiada frecuencia la posición. Cierto que los amarillos movieron la pelota de forma especial en la zona ancha, con apenas profundidad que hiciese sufrir al cuadro de Garitano. En la segunda mitad, cuando el Deportivo se hizo con el esférico, y Las Palmas se echó atrás al quedarse con diez futbolistas, de nuevo la figura de Guilherme emergió, pero aun así estuvo muy lejos de lo que suele ofrecer, que es presencia y dominio en el centro del campo.

EDemasiado desgaste. Se quejó Garitano del desgaste de alguno de sus futbolistas por el esfuerzo realizado durante el partido, en gran parte debido a que los canarios hicieron correr a los blanquiazules detrás del balón. Demasiado quizás, con esfuerzos baldíos que no aportaban nada, ya que los canarios manejaban casi siempre en el círculo central e incluso en campo propio. La falta de ayudas influyó sobremanera en la acumulación de cansancio en algunos de los jugadores, como es el caso de Çolak. El turco volvió a partir desde la banda derecha, sobre todo en el repliegue, circunstancia que lleva a pensar que fue la causa de que los coruñeses apenas tuviesen la pelota, sin embargo su presencia por todo el campo fue constante en ataque.

EDos delanteros mirando hacia atrás. Andone y Joselu hicieron mucho daño en el Santiago Bernabéu cuando jugaron juntos. El de Silleda anotó dos goles en aquel partido y puso a su equipo por delante (1-2), aunque finalmente el Madrid acabaría remontando -de una forma que mejor no recordar-. La experiencia no volvió a dar resultado positivo y algunas conclusiones indican que no pueden jugar juntos. La realidad podría ser otra si la forma de hacerlo cambia, aunque para ello el Deportivo necesita también disponer de un fondo de armario que en la actualidad no tiene. Pendiente de la recuperación de Carles Gil y Bruno, y de la puesta a punto de Ola John y Kakuta, el técnico blanquiazul apenas tiene bandas. Y se nota.