Gaizka Garitano suele mantenerse en un estudiado segundo plano durante los entrenamientos del equipo. Salvo en los ejercicios tácticos, es el preparador físico Julio Hernando quien traslada a los jugadores la mayor parte de las instrucciones y a quien más se escucha durante las sesiones en la ciudad deportiva de Abegondo. Su papel es más cercano a la plantilla y suele compartir bromas y guiños con los futbolistas. Ayer, sin embargo, fue el propio Garitano quien tomó la palabra durante un ensayo en el que también se enfundó uno de los petos reservados a los jugadores para participar más de cerca en el entrenamiento.

"Mentalidad para presionar y para volver echando hostias", ordenó el técnico deportivista antes de exponer su receta para lograr ante el Alavés el sábado en Riazor (18.30 horas) la primera victoria de 2017. "Si no tenéis equilibrio, nos meten contras", advirtió Garitano a los jugadores durante el simulacro de partido que preparó en el último tramo de la sesión. "Si no podéis presionar, guardar la línea", añadió el técnico.

Todas fueron órdenes orientadas a mantener un rigor táctico que el sábado contra el Athletic en San Mamés quedó otra vez en entredichoAthletic San Mamés. El Deportivo volvió a manejarse con soltura con la pelota, apartado que le aporta seguridad para frenar a los contrarios. Ahí aparecen los jugadores sobre los que se apoya la propuesta de Garitano, que sin embargo flaquea en cuanto futbolistas como Emre Çolak o Carles Gil pierden contacto con el balón y las fuerzas comienzan a flaquear. "Equilibrio para que no nos hagan contras", insistió el técnico.

La voz de Garitano, sin embargo, atronó en la ciudad deportiva cuando revivió una acción que hundió al equipo en San Mamés. Un jugador consiguió avanzar desde su área sin apenas oposición, como Muniain tras robar un balón en el centro del campo en la acción previa al tanto de Aduriz que supuso la derrota frente al Athletic. Fue entonces cuando el entrenador vizcaíno estalló. "Falta, falta, falta", gritó. "Si vamos a la presión cuatro tíos, no puede salir un tío conduciendo", abroncó a sus jugadores.

El técnico les reclamó mayor oficio, dominar los entresijos de ese "otro fútbol" que antes de viajar a Bilbao reconoció que le faltaba a los suyos. "No hace falta darle una hostia, una pequeña carga", explicó sobre el césped de la ciudad deportiva.

Entiende Garitano que eso representa uno de los peajes que ha de pagar el equipo debido a la propuesta futbolística que ha escogido, pero al mismo tiempo intenta corregir unas debilidades que han costado ya demasiados puntos. Los jugadores niegan que les falte carácter, pero a la vez admiten que deben modificar comportamientos.

"No sabría qué hacer en esos minutos, cómo llevarlos. Tal vez perder tiempo, echar el balón fuera, hacer cosas diferentes a las que hacemos, porque nosotros siempre intentamos jugar", apuntó ayer Andone después del entrenamiento de la plantilla.

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Ensayo general para recibir al Alavés

Para el delantero rumano no es una cuestión de "agresividad" porque, en su opinión, el equipo cuenta con futbolistas combativos. "Veo en el equipo jugadores agresivos y de mucho carácter", destacó. "Si él (Garitano) cree oportuno que hay que insistir en ese aspecto, es cuestión de trabajar un poco más", añadió Andone.

El entrenador deportivista precisamente insistió en ello ayer para intentar frenar a un equipo completamente contrapuesto a los deportivista en ese aspecto. El Alavés de Pellegrino es hábil en esas situaciones que ahora Garitano trata de inculcar a los suyos.