Juanfran llegó hace tres años a A Coruña y aquí quiere quedarse, aunque no se lo están poniendo fácil. Con la apertura del mercado de invierno el dinero ruso lo tentó, pero se negó a marchar, ahora es el Barcelona el que lo quiere incorporar hasta final de temporada para cubrir la baja del lesionado Aleix Vidal. El Deportivo va a poner todos los impedimentos que estén a su alcance para evitar que el lateral se marche en un momento crucial, aunque los dirigentes son conscientes de que si el club catalán paga la cláusula de rescisión el futbolista podría recalar en Can Barça.

Juanfran está cedido por el Watford hasta final de temporada para a continuación convertirse en futbolista blanquiazul por las tres siguientes temporadas, es lo que se denomina contrato de cesión con compromiso de venta que tanto se estila en el fútbol de hoy. El madrileño dejó claro hace tiempo que su intención es asentarse aquí, donde cumple su tercera temporada y donde cumpliría el acuerdo firmado con 32 años. "No sería justo valorar una oferta con todo lo que me ha dado el Deportivo", había explicado el lateral sobre la propuesta del Rubin Kazan.

A principios de mes Juanfran había explicado en Radio Coruña porque había rechazado la oferta del equipo ruso. "Gano lo suficiente aquí como para dar un futuro a mi hija y soy feliz haciendo lo que más me gusta, y eso vale mucho dinero. La oferta era una barbaridad pero estoy tranquilo y sé que aquí se portarán bien conmigo", había comentado sobre sus intenciones además de explicar que, deportivamente, marcharse a mitad de temporada no entraba en sus cálculos. "Uno no puede valorar una temporada en enero", había añadido.

Ahora la situación es distinta, por una parte seguiría en la Liga y por otra se trata de un ofrecimiento del Barcelona, uno de los equipos más importantes del fútbol mundial. El principal hándicap es que el Barça solo quiere a Juanfran hasta final de temporada. Desde la Ciudad Condal aseguran que si fichan a alguien para la banda derecha será al deportivista, no valoran otra posibilidad. De hecho Robert Fernández, director deportivo del club azulgrana, estuvo el pasado sábado en Riazor presenciando el partido contra el Alavés.

El Barça no llamó a la plaza de Pontevedra, pero empezó a moverse para conocer la situación del futbolista y sabe que para llevárselo solo tiene una posibilidad: pagar la cláusula de rescisión. Abonar una cantidad que ronda los ocho millones. Pero antes de adoptar alguna decisión definitiva, los barcelonistas quieren saber hasta que punto les compensa gastar ese dinero por un futbolista que solo quieren hasta junio. Con un pie y medio fuera de la Liga de Campeones -perdió en la ida de octavos ante el París Saint Germain (4-0)-, este fin de semana podría quedarse también de la lucha por la Liga.

El Madrid juega hoy con el Valencia y si gana se colocaría con cuatro puntos más que los azulgranas y con otro partido pendiente, el aplazado contra el Celta por el temporal que azotó Galicia hace poco más de dos semanas. El Valencia-Madrid de hoy podría aclarar un poco la intención del Barça, pero lo que será definitivo será el partido del sábado, cuando visitará al Atlético en el Calderón. Una victoria del Madrid hoy y una derrota culé en el Manzanares supondría despedirse de la Liga y no necesitaría, por tanto, reforzar el lateral derecho.