Gaizka Garitano se ha despedido esta mañana como entrenador del Deportivo agradeciendo a la afición, a los jugadores y a todos los estamentos del club el trato recibido durante los ocho meses que ha estado al frente de la plantilla. "Muchas gracias por el apoyo de estos meses. Especialmente a Tino y a su junta y a Richard Barral por su honestidad y su ayuda", manifestó en la ciudad deportiva tras reunirse por última vez con los jugadores tras la decisión adoptada ayer por la directiva.

Entiende el técnico vizcaíno que los últimos resultados son los que han precipitado su adiós, especialmente la derrota del sábado en Butarque ante el Leganés y acepta que el club se decidiera por su destitución para buscar un "revulsivo". "Creo que ante la presión de los malos resultados el club ha buscado un revulsivo y siempre es el entrenador el que paga", reflexionó Garitano.

El ya ex entrenador deportivista no tuvo sin embargo ninguna palabra de resentimiento -"no me voy con nada malo que decir, todo lo contrario", dijo- y lamentó la mala suerte que ha acompañado al equipo desde su llegada. "Esto es un juego, necesitas hacer bien el trabajo y tener un punto de suerte. Los puntos que tenemos no se corresponden a lo que hemos demostrado en el campo", argumentó. En ese sentido, Garitano recordó la salida de Lucas Pérez casi al final del mercado de verano y la de Babel en diciembre como ejemplos de las dificultades a las que se ha tenido que enfrentar. "Sí es verdad que llevo muchos años fútbol y nos han pasado muchas cosas. En la jornada uno se marcho el futbolista más importante y después en diciembre también", recordó.

El mazazo que supuso la goleada en Butarque terminó por sentenciarlo. Por primera vez en la temporada se vio a un Deportivo en descomposición, mermado por una racha de malos resultados que se alarga desde que arrancó el año. "Mi intención era ganar, pero por como se produjo el partido ha sido bastante doloroso. Eso ha incrementado la presión hacia mí", deslizó.

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Gaizka Garitano dice adiós al Deportivo

El equipo, reflexionó, se resintió en lo anímico por la ausencia de victorias desde el comienzo de 2017, aunque él se veía capacitado para darle la vuelta a la situación. "Anímicamente estaba muy bien y he tratado de contagiar eso", aseguró. La confianza en la plantilla la conserva incluso con su marcha. "Es un plantilla capacitada para mantenerse en Primera. Anímicamente el Dépor necesita un par de resultados buenos. Confío plenamente en ellos", destacó. También tuvo palabras de elogio para el que se perfila como su sustituto, PEpe Mel. "Si el club lo ha elegido es porque lo va a hacer bien", apuntó.

Garitano se marcha con el equipo situado dos puntos por encima del descenso, aunque sin ser capaz de lograr aquello que le había marcado el club a su llegada. "Nos trajeron para mantener al equipo de manera holgada", señaló. Lo que sí ha sido capaz de lograr y lo destacó en su despedida es la complicada situación que se vivía en el vestuario a su llegada. "Vine para arreglar problemas bastante graves en el vestuario y ahora es profesional. Funciona de una manera que no funcionaba el año pasado", indicó.

Con Garitano se marchan sus ayudantes Patxi Ferreira y José Luis Ribera. La sesión de esta mañana la ha dirigido el entrenador del filial, Cristóbal Parralo, mientras el club cierra la llegada del sustituto del vizcaíno.