El nuevo técnico del Deportivo, Pepe Mel, expresó cuáles son sus sensaciones tras haber dirigido sus dos primeros entrenamientos al frente del plantel blanquiazul, el de ayer por la tarde y el de esta mañana, ambos en Abegondo. "El cambio de entrenador siempre hace que todos los futbolistas se activen. Entrenaron francamente bien, incluso tuvimos que frenarlos en algunas acciones. Tienen que ver que con 15 partidos por delante el Dépor está capacitado para hacer cosas", indicó el madrileño, quien se refirió a sus primeras charlas con los jugadores. "De momento es un monólogo. No esperaba otra cosa. He sido futbolista 17 años. Están con las orejitas tiesas, te intentan evaluar. Quiero que en el campo me demuestren que están de acuerdo con lo que yo digo. Quiero que el equipo esté intenso y que nadie se reserve nada", recalcó.

"Todos están con ganas de aportar cosas, de mostrarse y de querer salir de la situación. Es un equipo confeccionado para otra cosa. Verse metidos ahí puede ser un problema. Quiero que reaccionen para que el final de temporada no sea el que se presupone por los puntos que tenemos", continuó Mel, deseoso de que el equipo "conecte" con la grada mañana frente al AtléticoAtlético. "A ver si somos capaces. Si lo hacemos, la autoestima subirá y tendremos más opciones, sabiendo el rival que está enfrente", comentó al respecto.

"Siempre miro que todo puede mejorarse. No quiero excusas. La realidad es la que es. Para ganar partidos hay que competirlos. El que busca la suerte suele encontrarla", insistió el técnico, contento con "la predisposición de todos" en el Deportivo: "Es un club familiar magnífico. Eso vale oro".

También se refirió al estado físico de Guilherme, con molestias en los isquiotibiales de la pierna derecha. "Casi con toda seguridad no voy a arriesgar", puntualizó Mel. Conoce bien a Álex Bergantiños, uno de los posibles sustitutos del brasileño. "Es un jugador desagradable, porque da estopa. Pues ahora que la dé para mí. Si tiene que jugar, va a estar", garantizó Mel.