Los tres últimos resultados del Dépor y sobre todo las victorias frente a Sporting y Barça cambian de forma radical la forma de encarar este derbi: la primera porque aumenta la distancia sobre un rival directo. La segunda, además de los puntos, por lo que supone vencer a uno de los equipos más grandes en una semana que copó las portadas mundiales. Un detalle como es el reciente protagonismo además de Álex Bergantiños o Pedro Mosquera, dan un plus de ADN local y sentimiento del que estábamos carentes y que sí mantienen arraigado en el club olívico con la aportación constante de Jony, Hugo Mallo, Iago Aspas y la más intermitente pero no menos importante de Rubén Blanco.

El Celta llega cómodo en la Liga pero apeado a un paso de la final de Copa y con la incertidumbre de lo que haga está semana en Europa. A pesar de seguir una línea clara de juego desde hace años y haber conseguido una comunión importante con su afición, aún no ha conseguido plasmar todo eso en forma de títulos: algo que realmente no se valora ni se entiende hasta que se logran o hasta cuando faltan.

Deportivamente hablando la clave una vez más parece que va a estar en el medio del campo, porque los vigueses tienen claro que se encuentran cómodos desde la posesión y el criterio con el balón en los pies y a ras del piso. El planteamiento coruñés es una incógnita: a ver qué elementos escoge el recién llegado Pepe Mel y que idea; hasta ahora vive una época de vino y rosas gracias a los resultados, algo estrictamente necesario en estos momentos, pero aún no ha plasmado en el terreno de juego claramente un plan, el estado anímico, la moral y todo eso tienen fecha de caducidad. Se necesita un proyecto serio en lo que a planteamientos se refiere para poder alargar la confianza y la creencia del futbolista. Estos por lo general, son tan dóciles ante los buenos resultados como desconfiados y egoístas cuando las cosas se tuercen. Quedan once partidos aún por disputar, algo que hace apenas dos semanas parecían pocos. Ahora desde el puesto quince ya parecen demasiados, es lo que tiene la ilusión de la tabla clasificatoria.

En fin. Una vez más un partido para disfrutar en un día tan señalado como es el 19 de marzo.

Pedir una vez más que sea de máxima rivalidad dentro del campo pero de máximo respeto fuera del verde. Cabeciña!!