Nada más finalizar el derbi del domingo contra el Celta en Riazor Celso Borges se lamentaba amargamente por la ocasión que desperdició en un mano a mano con Sergio Álvarez al comienzo de la segunda mitad. "Me costará asimilarlo", reconoció. La acción del centrocampista costarricense fue determinante en un partido que terminaría decidiendo Iago Aspas prácticamente en la única oportunidad de la que dispuso su equipo. No es la primera ocasión, sin embargo, en la que el Deportivo sale perjudicado de un partido por su falta de puntería. Pocos equipos tienen menos efectividad en la categoría y pocos también necesitan más oportunidades para acabar marcando. Le ocurría con Gaizka Garitano al mando y también con Pepe Mel, que ha rentabilizado al máximo las acciones de estrategia para aliviar la situación del equipo en la tabla.

El madrileño tiene todavía pendiente solucionar los problemas anotadores que han perseguido al equipo desde que arrancara la temporada. A estas alturas, cuando tan solo quedan por disputar diez partidos, los deportivistas se mantienen como uno de los conjuntos menos goleadores del campeonato. Con 31 tantos, solo Osasuna, Granada, Alavés y Leganés marcan menos, y está empatado con Betis y Sporting.

El Deportivo apenas mejora los números del resto de implicados en el descenso a pesar de que durante toda la temporada ha destacado en la clasificación de remates. Ahí aparece por delante de los conjuntos con los que tendrá que discutir la permanencia, pero se ha mostrado incapaz de rebajar la cifra de disparos que necesita para marcar. Los blanquiazules necesitan más de diez oportunidades para terminar anotando un gol. Les ocurría en el primer tramo del campeonato y les sigue sucediendo en la antesala del tramo decisivo que afrontarán a partir del mes de abril.

Los problemas del Deportivo los comparten también el resto de equipos situados en la parte baja de la clasificación. En esas circunstancias se presenta como determinante conseguir pulir esa debilidad para afrontar con garantías la fase definitiva del calendario. Entre los rivales de los blanquiazules hay conjuntos con peores registros en este momento de la temporada. El Málaga, que visitará Riazor en un compromiso trascendental para la permanencia, necesita más de 15 remates por partido para terminar marcando y el Leganés roza los 14. Tampoco el Betis maneja registros mejores que en este momento crucial de la temporada.

Consciente de las dificultades en este apartado, Pepe Mel ha intentado aportar variantes en las alineaciones. En los dos últimos dos encuentros apostó por Joselu en lugar de Andone. El delantero de Silleda respondió contra el Barcelona con un gol que contribuyó a la victoria, pero ante el Celta no logró ser determinante en un sistema que tenía a Borges como la otra referencia ofensiva. El planteamiento del técnico deportivista no funcionó como se esperaba en el derbi y deberá seguir buscando alternativas. Antes del clásico, Mel reconoció que la opción con dos delanteros estaba en sus planes. Habrá que esperar al compromiso del domingo que viene contra el Valencia en Mestalla (18.30 horas) para comprobar si se decide a dar un giro también en esa posición y apostar por Joselu y Andone juntos.