Mestalla se ha convertido en un estadio casi inexpugnable para el Deportivo en los últimos años. No gana allí desde el 6 de enero de 2010, en la ida de la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey. El Dépor venció 1-2, con goles de Andrés Guardado y Pablo Álvarez, y luego le bastó con empatar en Riazor (2-2) para avanzar a cuartos. A las órdenes de Miguel Ángel Lotina disputó completo aquel encuentro Laure Sanabria, el único superviviente en la actual plantilla de todos los futbolistas que participaron en aquella victoria, la última del conjunto coruñés en el feudo ché. "Recuerdo que llegábamos con dudas -relata el capitán-. Siempre vas con cierto respeto a un campo como Mestalla pero es verdad que nos encontramos muy bien y al final ganar aquel partido fue una gran ilusión".

Desde aquel regalo de Reyes en 2010, el Dépor visitó cinco veces el campo del Valencia, con un balance de tres derrotas y dos empates, el último la pasada temporada (1-1). Ha transcurrido mucho tiempo desde la última vez que el equipo coruñés ganó en Mestalla, una consecuencia, según Laure, de las diferencias económicas cada vez mayores entre los clubes. "Eso quiere decir que la Liga cada vez es más diferencial entre los de arriba y los de abajo. Siempre es complicado ganar fuera, y más a un Valencia", reconoce Laure. Pese a la derrota en el derbi, el capitán ve al equipo "en una dinámica buenísima" y preparado para "ganar en cualquier campo", aunque sea uno tan "difícil" como el del Valencia. "Es complicado pero es verdad que tenemos una dinámica buenísima. Notamos que podemos vencer en cualquier campo y al final eso es clave para ganar", destaca el madrileño.

El Dépor fue capaz de sumar los tres puntos en su último encuentro a domicilio y, además, ante un rival directo como el Sporting de Gijón (0-1). El gol de Pedro Mosquera en El Molinón sirvió, además, para inaugurar el casillero de triunfos fuera de casa en la presente temporada. Los blanquiazules han recuperado moral y confianza desde la llegada al banquillo de Pepe Mel. Un impulso anímico apoyado en buenos resultados, el más meritorio el triunfo en Riazor frente al Barcelona (2-1). Gracias a los ocho puntos sumados desde la llegada del nuevo técnico, el conjunto blanquiazul ha logrado un colchón de seis sobre el descenso, lo que le permite afrontar las últimas diez jornadas de Liga sin tantos agobios clasificatorios como hace un mes. Sigue muy necesitado de puntos, pero su situación ya no es tan crítica como en la etapa final de Gaizka Garitano al frente del equipo.

Fuera de casa el Deportivo solo ha ganado una vez esta temporada y el domingo buscará el segundo triunfo a domicilio en Mestalla, un estadio siempre complicado, de los más difíciles de la Liga, pero en el que esta campaña el Valencia ha tenido muchos problemas. Lo indican sus números, con cinco derrotas y tres empates en los quince encuentros que disputó ante su público. Su hinchada, para lo bueno y para lo malo, es muy caliente, una circunstancia que, tal y como argumenta Laure, a veces puede jugar a favor del equipo visitante.

"Es importante empezar bien, que ellos se pongan nerviosos y que su afición se eche un poco encima porque creará un ambiente raro y ahí podemos sacar provecho", indica. En su compromiso más reciente como local, el conjunto ché estuvo a punto de perder frente a uno de los modestos de la categoría, el Sporting. Lo evitó in extremis Munir, firmando el definitivo 1-1 a cinco minutos del final, un precedente todavía fresco que aumenta las esperanzas del Dépor de lograr un resultado positivo el domingo.