El Deportivo afronta el sábado ante el Málaga otro compromiso decisivo en sus opciones de alcanzar una permanencia a la que sus rivales, jornada tras jornada, le facilitan aspirar sin agobios. Será casi la última oportunidad de allanar una salvación más o menos holgada y al mismo tiempo un escenario en el que el conjunto blanquiazul ya se ha encontrado en no pocas ocasiones a lo largo de la temporada. Porque la plantilla se ha acostumbrado a esta clase de encuentros sobre el alambre después de un curso de altibajos. Prueba de ello son las veces en las que el presidente, Tino Fernández, ha tenido que tomar la palabra para serenar el ambiente, reclamar una reacción o acercarse a los entrenamientos para pulsar el estado de ánimo que se respira entre los jugadores.

Ayer, coincidiendo con el ensayo a puerta cerrada del equipo en Riazor, el mandatario se acercó al estadio aprovechando también que estaba prevista una foto oficial de la plantilla.

Allí mostró su convencimiento de que el equipo responderá y dará un paso determinante hacia la meta de continuar una temporada más en Primera División. Se lo trasladó en privado a los jugadores sobre el césped antes de que el entrenador deportivista, Pepe Mel, iniciara una sesión protagonizada por un amistoso disputado ante el Fabril. Marlos Moreno confirmó la confianza que les trasladó el presidente y a la vez desveló que el presidente está "tranquilo" de cara al crucial compromiso ante el Málaga del sábado. "Estuvo con nosotros en las fotos, le vi tranquilo, muy tranquilo, confía mucho en nosotros y es lo importante", aseguró el joven jugador colombiano.

Marlos negó que esta clase de acercamientos del presidente generen "presión" en el equipo o que aumenten la ansiedad por lograr un resultado que permita dejar atrás la mala dinámica que atraviesan. Después de un inicio ilusionante tras la llegada de Pepe Mel al banquillo, el equipo se ha instalado en una serie de malos resultados que tan solo le han permitido sumar un punto de doce posibles. "Eso genera confianza, presión no", subrayó el colombiano. "El presidente siempre ha confiado en nosotros independientemente de los resultados", añadió.

El equipo buscará una reacción este sábado después de la mala imagen que dejaron ante Granada y Sevilla. Pepe Mel prepara para ello un equipo que no difiere demasiado del que ha utilizado en los compromisos más recientes. Ayer en Riazor probó diferentes variantes en el partidillo ante el Fabril. Pedro Mosquera podría regresar al equipo titular si supera definitivamente la lesión muscular que lo ha mantenido fuera del equipo durante las últimas semanas. El coruñés acompañaría a Guilherme en el centro del campo.

Emre Çolak continuaría ocupando la mediapunta a pesar de sus discretas actuaciones desde que regresó a la titularidad y Andone recuperaría su puesto en punta. Las dudas estarían en las bandas.

Kakuta parece haber convencido a Mel tras su actuación contra el Sevilla el sábado pasado, mientras que en el costado derecho Carles Gil parte con más opciones que Bruno después de superar los problemas que le impidieron jugar en el Sánchez Pizjuán.

Los elegidos deberán cumplir las expectativas depositadas en ellos por el presidente y también por la afición, que volverá a responder en un compromiso trascendental. Riazor estará cerca de rozar el lleno después de que se agotasen las localidades disponibles en los graderíos de Pabellón Superior y Preferencia Inferior.