De entre todas las estadísticas del Deportivo esta temporada llama la atención por encima del resto la cifra total de goles conseguidos a través de jugadas colectivas. Basta fijarse en ese dato para hacerse una idea de las dificultades que ha atravesado el equipo a lo largo del curso. El conjunto blanquiazul es el que menos tantos ha logrado a través de este tipo de acciones (13), según los datos de la Liga. Ese número resume las dificultades deportivistas desde que arrancó el campeonato para encontrar soluciones ofensivas a través del juego. Solo lo consiguió brevemente, durante el tramo de competición inmediatamente anterior al paréntesis navideño, en el que la aportación de Ryan Babel, Carles Gil y Emre Çolak le dio al equipo el aroma asociativo que por entonces pretendía Gaizka Garitano.

Las dificultades, sin embargo, regresaron con la marcha del holandés a Turquía,Turquía las lesiones de Carles Gil y la intermitencia del turco en sus actuaciones. El equipo ha tratado de parchear la situación de la mejor manera en busca de soluciones que permitan compensar unos números discretos en lo colectivo y que lo colocan incluso por debajo del Granada en ese apartado, conjunto al que aventaja actualmente en la clasificación en once puntos.

Esa carencia no ha logrado paliarla a través de las acciones individuales, en las que no sobresale pero consigue una cifra de goles (3) no muy alejada de los mejores equipos de la categoría. Tampoco a través de las faltas directas (1 solo gol, el de Kakuta en el Sánchez Pizjuán la jornada anterior) ni mucho menos a través de los penaltis (ha marcado tan solo tres de los siete que le han pitado en Liga). Donde sí ha encontrado un filón es a través de las acciones a balón parado y, sobre todo, de los remates de cabeza.

El sábado ante el Málaga Joselu colocaba en la portería de Kameni un balón servido de manera excelente por Luisinho desde la banda izquierda. El tanto, posteriormente ensombrecido por los reproches del delantero hacia su técnico cuando decidió cambiarlo pocos minutos después, colocó al Deportivo como el tercer conjunto de la categoría que más tantos de cabeza ha conseguido hasta la fecha en la competición.

A estas alturas van once, solo por detrás de Madrid (25) y el próximo rival de los deportivistas, la Real Sociedad (14). En Anoeta el domingo al mediodía se encontrarán dos de los conjuntos con mejor rendimiento aéreo, pero los donostiarras suman además el manejo de pelota que ha implantado Eusebio Sacristán como parte de su filosofía de juego. En el caso de los deportivistas, el recurso se ha vuelto imprescindible, tanto como el balón parado dadas las dificultades que arrastran desde comienzos de temporada.

Tal es su importancia que los remates de cabeza representan una parte importante del total que acumula el equipo cuando restan tan solo seis jornadas para el final de la competición. El Deportivo es el segundo equipo que más disparos sobre la portería contraria contabiliza con este tipo de acciones (87). La media es de casi tres por partido, convirtiéndose en ocasiones en el mejor recurso para el conjunto de Mel. Solo el Madrid le supera en este apartado.

Estas cifras no dejan de ser consecuencia del juego al que se han entregado los deportivistas debido a sus dificultades para armarse ofensivamente a través de combinaciones y posesiones largas. Los centros son uno de los mecanismos preferidos por la importancia que han adquirido los laterales en el equipo. Ya lo eran con Gaizka Garitano, pero la fórmula la ha explotado de manera especial Pepe Mel. Ante el Málaga el sábado los dos goles llegaron a través de centros desde los costados. Tras ese partido, el conjunto blanquiazul contabiliza 772 de estos lanzamientos, el quinto de la categoría.

Pero si los remates de cabeza se han convertido en un medio irrenunciable para llevar peligro a la portería contraria durante los partidos que disputan los deportivistas, el balón parado tiene la misma importancia dadas las dificultades que arrastran desde comienzos de temporada para asociarse a través de jugadas colectivas.

El conjunto blanquiazul es el cuarto de la categoría que más rendimiento obtiene de las acciones de estrategia. Contabiliza ocho goles y es el cuarto en este apartado de entre todos los equipos de Primera División solo superado por Madrid, Espanyol y Celta.