El Dépor volvió a ser más Dépor que nunca. Salió dormido, remontó a balon parado, no fue capaz de imponerse a un equipo descendido, regaló goles y acabó pidiendo la hora después de acariciar la salvación más barata de la historia. Tendrá que seguir sufriendo. A un espectador ajeno le habría parecido un duelo entretenido al que le dieron atractivo sus imperfecciones, pero es todo tan mediocre y repetitivo en este Dépor que en un aficionado coruñés genera cualquier sentimiento menos empatía. Si esta temporada es una condena empieza a parecerse a un cadena perpetua.

700 deportivistas se dejaban la garganta y la salud en la grada al inicio del partido, mientras el frío se les metía por todo el cuerpo. Solo pedían que su equipo les diera un poco de calor, que transmitiera, que no saliese al campo como si el encuentro no fuese con él. Nada. Empezó atacando, pero dos salidas en velocidad de Osasuna lo desnudaron y le metieron el miedo en el cuerpo. Unos instantes después, Guilherme, en unos minutos horribilis, le regalaba un tanto al equipo rojillo merced a un horrendo despeje. Mel se moría en la banda. Todo lo que quería que no ocurriese estaba pasando. Este Dépor no aprende.

Al equipo blanquiazul no le quedó más remedio que ahondar en su apuesta en campo contrario. La banda izquierda fue otra cosa con el doble lateral. Luisinho más que meritorio como interior; al equipo se le veía más equilibrado. Aun así, estaban incómodos los jugadores de Mel. Sin presión, con el viento a favor de un gol y moviéndose como pez en la agua en la trampa de El Sadar, el grupo de Vasiljevic por fin disfrutaba tras una temporada agónica. Sus opciones en Primera se habían ido al garete y solo tenía que jugar al fútbol. Simple, sin dobleces. Kenan Kodro pudo hacer el 2-0 ante una defensa de flan. Se salvó un Dépor que buscaba aire. El problema para Osasuna es que si es colista es por algo y pronto afloraron sus debilidades. Una segunda jugada tras un saque de esquina descolocó a la defensa pamplonica y remachó Guilherme en el segundo palo sobre la línea. 1-1. Lo que había quitado a su equipo se lo estaba devolviendo.

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El Dépor empate en Pamplona y se desvanece la salvación

Ese tanto asentó al Dépor. Más cómodo defendiendo, con la pelota, buscó el 1-2. Lo pudo conseguir en una soberbia jugada colectiva que acabó con una asistencia interruptus de Andone a Borges (no llegó) o con una magnífica combinación entre Luisinho y Juanfran, que terminó con una vaselina al palo. Exhibición del portugués durante todo el duelo.

La siesta no se reprodujo en el inicio del segundo acto. El Dépor ya había despertado, pero Osasuna quería activarse para dar una alegría a su afición. Tras unos minutos de tanteo, empezó a dominar, a apretar el equipo rojillo. La grada lo notó y rugía; buscaban una alegría que creían merecer.

No sin algunos momentos de sufrimiento, el equipo coruñés fue aguantando. Esa resistencia no le impedía descolgarse buscando su oportunidad. En jugada el grupo seguía fallón y tuvo que volver a tirar de su gran arma esta mañana y en sus mejores momentos de la temporada, el balón parado. Guilherme, sin duda con estrella, se volvió a topar con un balón suelto en el área y lo mandó a la red tras un servicio de Albentosa. 1-2.

Estaba salvado en ese momento el Dépor, le quedaban 20 minutos en los que la teoría decía que iba a sufrir. Al principio no lo hizo, cayó casi al primer derechazo. Ninguna novedad. Antes, pareció incluso estirarse. Balas dee fogueo, como siempre. Ya despuñes, en un saque de esquina para Osasuna, a Juanfran le tembló todo al notar la presencia de Sergio León y mandó el balón a la red en su propia portería. 2-2.

Mandibula de cristal de un Dépor, al que entonces empezaron a aparecérsele todos los fantasmas. Dispuso de alguna oportunidad con disparos desde la frontal, con un cabezazo de Andone y con saques de esquina al corazón del área, pero el deportivismo, hastiado y enfadado, tuvo que empezar a rezar para que no llegase el 3-2. Las plegarias debieron surtir efecto porque toda A Coruña y toda Pamplona aún se deben preguntando cómo es posible que no entrase ese balón de De las Cuevas. Un punto y gracias. Sigue la agonía. Una pesadilla.

FICHA TÉCNICA (Osasuna-Deportivo)

Osasuna: Sirigu; Aitor Buñuel (Javier Flaño, m.77), Oier, Steven, Fuentes (Alex Berenguer, m.23), Clerc; Fausto Tienza (De las Cuevas, m.77), Roberto Torres, Causic; Kenan y Sergio León.

Deportivo: Lux; Juanfran, Albentosa, Arribas, Navarro; Guilherme, Borges; Bruno Gama (Ola John, m.61), Emre Çolak (Carles Gil, m.79), Luisinho (MarLos Moreno, m.88); y Andone.

Goles: 1-0, m.4: Steven. 1-1, m.18: Guilherme. 1-2, m.70: Guilherme. 2-2, m.78: Juanfran, en propia puerta.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Mostró tarjeta amarilla a Aitor Buñuel (m.12) y Oier (m.16), de Osasuna, y a Guilherme (m.2), Albentosa (m.75) y Arribas (m.92), del Deportivo.

Incidencias: Partido de la trigésima quinta jornada de LaLiga Sanander disputado en el estadio El Sadar ante 12.294 espectadores, con cerca de 700 seguidores del Deportivo.