Pepe Mel confía en dedicar mañana una victoria a la afición del Deportivo después de una temporada plagada de episodios amargos para los seguidores blanquiazules. "Estamos en deuda con la gente que nos ha seguido y esperaba más, y por desgracia no se lo hemos podido dar. Es importante acabar con buenas sensaciones. La de mañana es una cita importante para devolverles el apoyo que nos generan. Más allá del resultado, quiero irme con la sensación de que la gente ha trabajado bien y ha hecho las cosas bien", señaló el entrenador del Deportivo.

Entiende perfectamente que la afición esté molesta. "Comprendo a la gente. Yo, como aficionado, también esperaría más de este Dépor. Eso está en nuestro debe. En tres partidos tenemos que intentar que la gente se vaya al verano pensando que el equipo al final lo ha hecho bien. Salvando este año este problema, el futuro va a ser halagüeño, seguro", prometió.

Las bajas de Sidnei, Mosquera y Albentosa, y la casi segura de Luisinho, vuelven a condicionar sus planes, esta vez ante el Espanyol. "Intentaremos recomponer pero no nos vale de excusa. No vamos a tener ninguna excusa para intentar hacerlo bien, más allá del resultado", recalcó Mel, cuyo propósito es "intentar ganar al Espanyol para devolver esa deuda que tenemos con la afición". El equipo catalán no se juega nada pero "es un rival muy complicado, más aun cuando juega fuera". "No nos va a regalar nada, como no esperábamos que fuera de otra forma", destacó el madrileño.

Además, justificó la ausencia de Kakuta en la lista y la presencia de Ola John en el once. "Son estos los idóneos para ir. Tenemos jugadores suficientes por fuera. Kakuta tuvo sus oportunidades y lo que necesitamos es gente que a esa confianza la devuelva con creces. Ola está entrenando francamente bien. Nos da cosas cuando ha salido al campo. Puede ser su momento. Es una opción sería para mañana. Necesitamos finiquitar esto y poner a los que creemos que están ahora mismo en mejor disposición para encarar el partido", añadió esta mañana en Abegondo.