Pedro Mosquera Pedro Mosqueraacorta los plazos en su recuperación con la intención de ayudar al equipo en las dos jornadas que faltan. Todavía sin el alta médica, el coruñés sigue poniendo todo de su parte y ayer completó su primer entrenamiento con el grupo desde que tuvo que parar por su cicatriz insatisfactoria de la lesión de grado 1-2 que sufrió en el recto anterior derecho. Su último partido fue el 15 de abril, el de la victoria en Riazor frente al Málaga, al que le marcó el definitivo 2-0. El centrocampista dejó al Dépor con la salvación encarrilada tras aquel triunfo, pero desde entonces sus compañeros solo sumaron un punto en los siguientes cuatro partidos.

No estaba previsto que regresara a la competición salvo en situación de extrema urgencia, y la actual lo es. Por eso ayer inició su reincorporación paulatina al grupo con el objetivo de entrar en la convocatoria para el encuentro del domingo frente al Villarreal. Su presencia desprende una luz de optimismo justo en el momento más delicado de la campaña, con un panorama tenebroso para un Dépor que se ha empeñado en complicarse un objetivo que hace mes y medio parecía tener en la mano.

Buenas sensaciones

Al término del entrenamiento, el propio jugador manifestó que tiene buenas sensaciones y que cuenta con recibir el alta médica a finales de semana para tener opciones de entrar en la lista. Mosquera quiere ayudar a alcanzar el objetivo de la salvación y en el estadio de la Cerámica podría tener sus primeros minutos desde que su recto anterior le obligó a parar. En el mejor de los casos empezará el partido en el banquillo, ya que los mediocentros titulares frente al Villarreal serán Guilherme dos Santos y Celso Borges. Mosquera suma no solo por lo que aporta sobre el terreno de juego sino también por lo importante que es en el vestuario, donde es muy querido por sus compañeros. Si hace falta, volverá a infiltrarse para competir porque quiere poner su granito de arena y colaborar a que el Dépor cierre de una vez por todas el objetivo de la permanencia.

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El técnico del Deportivo eleva la exigencia

Más complicado para reaparecer el domingo lo tiene Sidnei Rechel, que se recupera de una lesión de grado 1 en el aductor medio de su muslo izquierdo. De momento, el central brasileño sigue con su plan individualizado al margen del grupo bajo la supervisión del readaptador físico del primer equipo, Fran Molano. Sidnei acabó con molestias el partido frente al Madrid disputado el pasado 26 de abril en el estadio de Riazor y fue sometido a pruebas que revelaron la existencia de esa lesión muscular de grado 1, motivo por el cual se perdió los encuentros ante Osasuna y Espanyol.

Descartados para lo que resta de temporada están Luisinho y Joselu, ambos por lesión. De cara a la visita al estadio de la Cerámica, Pepe Mel recupera a Raúl Albentosa, que no pudo jugar el pasado domingo al tener que cumplir un partido de sanción por acumulación de tarjetas amarillas. Los problemas físicos de Sidnei hacen que el valenciano apunte al once inicial para formar pareja en el eje de la zaga con Alejandro Arribas.