El Fabril afrontará esta mañana su tercera intentona consecutiva de ascender a Segunda División B tras los asaltos frustrados de las dos últimas temporadas. Necesita ganar al Cacereño en Riazor (12.00 horas) tras el empate sin goles del partido de ida para asegurarse subir de categoría y alcanzar un objetivo que el club persigue con ahínco desde hace años.

La entidad deportivista razona que el ascenso es un paso imprescindible para nutrir a la primera plantilla de jugadores con el nivel competitivo suficiente como para compensar en un momento determinado las carencias que puedan surgir durante el curso.

La apuesta del club se ha traducido en las últimas temporadas en una paulatina transformación del filial, que ha ido renunciando al vivero de Abegondo para reclutar jugadores de otros conjuntos que le permitieran alcanzar el ascenso.

Así ha sido desde el traumático partido en El Palo de 2013. La generación de los Insua, Álvaro Lemos, Luis Fernández o Uxío se quedaron a las puertas de la Segunda B en el último peldaño y desde entonces el Fabril ha perdido el aroma de la casa que caracterizaba a aquel conjunto preparado por José Luis Devesa.

La columna vertebral del filial dirigido actualmente por Cristóbal Parralo la conforman jóvenes futbolistas llegados de otros caladeros, como Nacho Monsalve, Edu Expósito, Borja Domingo o Manu Molina, pero sigue habiendo hueco para las promesas deportivistas, como Óscar García, Pinchi, o Quique Fornos, imprescindibles durante la gran temporada que ha firmado el Fabril.

Campeón en un grupo tan competido como el de la Tercera gallega, el filial deportivista tiene la oportunidad de alcanzar la meta que se le ha escurrido dos años consecutivos. En el 2015 se quedó en la cuneta en la segunda eliminatoria ante el San Pedro de Alcántara y el año pasado tropezó ante el Navalcarnero madrileño en el mismo escalón.

En ambas ocasiones tenía que superar tres eliminatorias para lograr un ascenso que este curso podría alcanzar con una. Necesita ganar al Cacereño, sólido equipo extremeño con menos argumentos que el filial deportivista, pero que buscará aprovechar la ventaja que le concede en Riazor el empate de la ida.