El juvenil A del Deportivo lo intentó todo en Riazor para remontar el 2-1 del partido de ida de la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey frente al Sevilla. Suyo fue el dominio y las ocasiones, pero se quedó sin marcar por su falta de puntería y también por la brillante actuación del portero visitante Brian, quien incluso le paró un penalti a Gandoy a la media hora de juego. Esa acción pudo haber cambiado el desenlace de un cruce que el Sevilla, pura eficacia, encarriló en la segunda parte con el gol de Javi Vázquez (m.63). El Dépor no bajó los brazos y tuvo sus oportunidades para marcar y volver a meterse en la pelea, pero no aprovechó ninguna ante un rival que no dudó en parar el partido una y otra vez con continuas pérdidas de tiempo.

Desesperó tanta picaresca andaluza a los 3.000 aficionados que se dieron cita en Riazor. No hubo remontada, ni siquiera ningún gol coruñés, pero aun así el público disfrutó con el desparpajo y la valentía de los chicos de Rubén Coméndez. Dejaron bastantes pinceladas prometedoras. De calidad, en las botas de futbolistas creativos como Aarón, Ortuño o Iago Novo; y también de coraje, como el que derrochó el delantero Pedro. Varios de estos juveniles tienen condiciones para triunfar, empezando por el central Mujaid. Es rápido, sabe colocarse y no duda en las disputas. Las ganó todas, aunque los atacantes del Sevilla solo le exigieron de verdad en la última media hora, cuando corrieron con espacios ante un Dépor volcado.

El asedio coruñés empezó desde el primer minuto, con llegadas continuas al área y algunas ocasiones lo suficientemente claras como para adelantarse. Faltó puntería y un punto de fortuna. Iago Novo lo intentó desde lejos y Aarón con la cabeza poco antes de colarse en el área para provocar un penalti, por mano de Felipe, que falló Gandoy (m.34). Más que un error suyo, fue un auténtico paradón de Brian. Solo cuatro minutos después el meta visitante volvía a salvar al Sevilla al rechazar un zapatazo de Ortuño directo a la escuadra.

El Sevilla sufría para mantener el 0-0 y en ataque apenas proponía nada. Su mejor acercamiento al arco de Francis llegó justo antes del descanso, con un disparo de falta de Javi Vázquez que ni siquiera encontró portería. El Dépor tenía toda la segunda parte para buscar el gol. Le bastaba con un 1-0 para plantarse en semifinales. Lo acarició Aarón en el 57, cuando aprovechó un balón filtrado por Ortuño a la espalda de la defensa para plantarse solo ante Brian. Su remate, demasiado cruzado, fue una de las numerosas oportunidades desperdiciadas por los blanquiazules. Mucho menos necesitó el Sevilla para golpear. Le bastó una contra mal defendida para adelantarse con un gran disparo de Javi Vázquez (m.63). No se rindió el Dépor. Siguió generando ocasiones, las más claras de Gandoy y Boedo, pero todas sin éxito. El único premio que obtuvo se lo dio la afición, que supo valorar el esfuerzo y la valentía de los coruñeses, despedidos entre vítores en su adiós a la Copa.