La llegada de Federico Valverde al Deportivo causa saturación en el centro del campo del Deportivo, parcela en la que cuenta con seis futbolistas específicos. Son muchos y solo quedarán cuatro, Guilherme, Valverde, Pedro Mosquera y Celso Borges son los que tienen todas las papeletas para hacerlo, a menos que el coruñés o el costarricense sean traspasados. Además están Fajr y Çolak, dos mediapuntas que suelen jugar pegados a una banda y también en el pivote, a pesar de que ninguno de los dos parece encontrarse muy a gusto cuando los sacan de la zona que más les gusta, de enlace con el ataque.

El centrocampista uruguayo está pendiente de firmar el contrato que lo ligará durante la próxima temporada al equipo blanquiazul, aunque su llegada ya es un hecho, a pesar que desde el club todavía no lo confirmaron -esperan a tener todos los papeles rubricados antes de hacerlo-. Con el charrúa fijo en la medular de la misma manera que el brasileño, Mosquera y Borges, el resto de los futbolistas que se desenvuelven en esta zona, casos de Álex Bergantiños y, Juan Domínguez, parecen tener complicada su continuidad.

Incluso podría incluirse en esta demarcación a Fajr, pero ya anunció su intención de encontrar una salida hacia otro equipo, ya que en el Deportivo no encontró el protagonista que anhela, ni con Gaizka Garitano -al principio era básico para el vasco-, ni con Mel. La continuidad del madrileño al frente del equipo deportivista provocó que Fayçal haya optado por abrir la puerta de salida a pesar de que todavía tiene contrato hasta junio de 2019. Una decisión que puede aliviar la necesidad de liberar esta zona del campo.

Otro de los que tampoco parece que vaya a tener protagonismo es Juan Domínguez, que regresa tras su cesión en el Mallorca, donde no brilló a la altura de lo que se esperaba de la calidad del futbolista coruñés. Si ya en el ejercicio anterior tuvo que buscar una oportunidad lejos de Riazor, en el siguiente se encontrará con mucha más competencia. Esto lleva a pensar que el de Narón, comprometido hasta junio de 2018, podría tener que buscar una nueva salida, bien en calidad de cedido o bien finiquitando su contrato.

Y queda el nombre más emblemático del Deportivo actual: Álex Bergantiños. Con Garitano permaneció en el ostracismo más absoluto; Pepe Mel le dio mayor protagonismo, pero no dejó de estar a la sombra de Guilherme, Borges y Mosquera. En el club harán lo que desee el de la Sagrada Familia. "Haga lo que haga, su futuro está en el Deportivo", apuntan fuentes de la entidad blanquiazul. La intención del centrocampista, que acaba de cumplir 32 años, es disponer de más minutos de los que puede tener aquí, a pesar de que está en casa. Es posible que intente disfrutar del fútbol dos o tres temporadas más, aunque sea en otro equipo, para recalar de nuevo en el club blanquiazul "en la parcela que sea, pero seguro que regresará", aseguran dichas fuentes.

Cabe la posibilidad de que se pudiese quedar si se produce la marcha, previo traspaso o pagando la cláusula de rescisión, de alguno de sus compañeros. Mel valora la polivalencia de Álex, pero también el eje de la zaga, la otra posición en la que se desenvuelve, está completa con Sidnei, Arribas, Albentosa e Insua. El central brasileño, así como Mosquera y Borges, solo se marchará si abonan la cantidad que figura para poder liquidar sus respectivos contratos. "Sidnei, por ejemplo, no se marchará por seis millones", dijo hace un mes Tino Fernández. La cláusula del brasileño está próxima a los 15 millones; la de Mosquera supera los diez y la del costarricense anda por los cinco o seis millones de euros. Difícil que algún equipo vaya a afrontar este gasto, sobre todos aquellos que serán rivales directos del Deportivo. Difícil también que el de A Gaiteira decida marcharse cuando en enero de 2016 rechazó una importante oferta del Valencia para continuar en su casa y en el equipo de su ciudad.