Laure Sanabria y Oriol Riera hacen sitio en la plantilla del Deportivo tras llegar ayer a un acuerdo con el club para rescindir sus respectivos contratos, que concluían en junio de 2018. El lateral madrileño llegó a Riazor hace diez años procedente del Leganés y tras cumplir una temporada y media en el Fabril dio el salto al primer equipo en la campaña 2007-08 en la primera campaña de Miguel Ángel Lotina como entrenador blanquiazul; el atacante catalán fichó por el cuadro coruñés en el mercado de invierno de la campaña 2014-15, pero apenas tuvo protagonismo hasta el punto de que el curso pasado militó en Osasuna, club en el que había triunfado antes de comprometerse con el Wigan de la Premier League.

La salida de ambos futbolistas estaba cantada, ya que ninguno de ambos entraba en los planes de Pepe Mel, a pesar de que Laure recuperó protagonismo en el partido del debut del entrenador madrileño frente al Atlético de Madrid en Riazor. El capitán disputó los últimos minutos, aquellos que casi sobraron tras la grave y aparatosa lesión que sufrió Fernando Torres tras un choque con Álex Bergantiños. Antes, con Gaizka Garitano había disputado tres partidos como titular; tras la llegada de Mel volvió a intervenir en otros tres partidos (además del que jugó contra el equipo colchonero), pero solo fue titular en el último frente al Las Palmas, en el choque que cerraba la temporada y los deberes estaban hechos.

Debutó con la camiseta del primer equipo en el curso 2007-08 en la última jornada de la primera vuelta en El Madrigal, donde el Villarreal venció a los blanquiazules (4-3). Fue su única intervención en primera ese año, ya que tras ese encuentro se reintegró al Fabril con el que estuvo compitiendo en Segunda División B a las órdenes de Tito Ramallo. Un filial en el que ya era un líder Álex Bergantiños. A partir del curso siguiente, Laure se fue haciendo con un lugar en un lateral que alternaba con Manuel Pablo -primero- y con Juanfran -después- hasta que los técnicos decidieron darle todo el protagonismo a este último mientras que Laure, uno de los capitanes, era un recurso solo cuando el equipo lo necesitaba.

Oriol Riera llegó en el mercado de invierno de 2014-15 como un refuerzo importante, pero nunca llegó a hacerse con un sitio en la alineación inicial en la que Lucas Pérez acaparó todo el protagonista en ataque. Tras la marcha del de Monelos, tampoco Gaizka Garitano lo tenían como primer atacante, plaza destinada a Andone. Además, por delante de él estaba Joselu. De ahí su marcha a Osasuna, donde non pudo revivir sus mejores momentos, lo que condujo al equipo navarro a Segunda División. Ahora, con la carta de libertad y tras "portarse como un señor", según fuentes cercanas al club, vivirá una nueva experiencia en el fútbol, australiano. Otra cultura y otra forma de vivir el deporte.