Pepe Mel reconoció que todavía esperaba la llegada de "cinco fichaje más por lo menos" en su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras el inicio de la pretemporada. Valverde es la principal novedad, Cartabia y Guilherme, se convirtieron en futbolistas en propiedad, son tres refuerzos de valor, pero el técnico quiere más y el club también entiende que son necesarios más caras nuevas. La ralentización del mercado y no saber hasta hace muy poco el dinero del que disponían para fichar provocó que el madrileño no tuviese a sus órdenes desde el primer día a la mayoría de los hombres con los que afrontará la temporada. Faltan cinco "como mínimo", pero la base está en casa. La contratación de Guilherme es una prueba; el regreso de Cartabia, otra; y la intención de hacerse con Carles Gil es una muestra más de reforzar el trabajo que realizó la dirección deportiva hace un año. Sin olvidar que mira de reojo hacia Lucas Pérez.

El entrenador blanquiazul inició la preparación de la temporada sin algunos de los jugadores base de la pasada campaña -Andone, Çolak, Borges y Fayçal-, que se integrarán en el grupo el próximo miércoles. Todos ellos tuvieron compromisos con sus respectivas selecciones una vez concluida la temporada en Primera, de ahí la semana extra de vacaciones con respecto a sus compañeros. No serán los únicos en incorporarse con cierto retraso, porque los nuevos también llegarán fuera de plazo, alguno es posible que lo haga con el tiempo justo. El mercado marca el camino; también el dinero de que se disponga para fichar. En el Deportivo hay una indicación marcada por LaLiga, una cifra que sobrepasa los 30 millones que, en breve, podría verse ampliada entre cinco y diez millones más.

La tranquilidad de los técnicos es que la base está en casa, como sucedió hace un año, pero siempre pendientes de cómo se mueva el mercado. Hay futbolistas que están en la rampa de salida y de pronto se pueden encontrar fuera de Riazor. Sidnei, por su categoría, es el principal candidato. Su marcha obligaría a los técnicos a encontrar un sustituto, que ya tenían casi enganchado como es el argentino Alexander Barboza. También Çolak está en el mercado porque así lo quiere su representante, que lleva todo el verano ofreciendo a su pupilo por media Europa. Y finalmente está Juanfran, con el que el Deportivo cuenta, que ya desestimó diversas ofertas para irse al fútbol ruso. Finalmente Fajr que también parece buscar una salida. Pero no tiene la presencia que tienen los otros tres.

La posible salida de estos tres o cuatro futbolistas básicos significará que el Deportivo tendrá que encontrar sustitutos para esos puestos, más allá de los cinco nuevos jugadores que espera Mel. El madrileño parece que pide jugadores de banda, por eso se habló de Ola John, por eso insisten en la contratación de Carles Gil, que en su año de cesión dejó muestras de su buen hacer. Gil, Guilherme, Cartabia y más los que tienen contrato van a formar la base. Por eso el club ficha con tranquilidad, busca "más calidad que cantidad", como había dicho Tino Fernández en una rueda de prensa durante este verano.

El Deportivo quiere dos hombres que marquen diferencias y uno de ellos tiene nombre propio: Fede Valverde. Muy joven pero con capacidad para saber llevar el peso del equipo. El otro jugador "importante" está por llegar y lo que aparenta es que será un tipo de "pierna dura" que se haga respetar, pero además está el acompañante de Andone. La ilusión de conseguir a Lucas está ahí, es un sueño, pero mientras tanto el club trabaja en un "plan B" como declaró esta semana Mel. El madrileño prefiere no esperar por el de Monelos, pero en el club -trabajando en ese plan B- ralentizan el trabajo por si el atacante del Arsenal estuviese a tiro. Con él el equipo sería otro. Con él se demostraría también que la base está en casa.