El camino del Deportivo en la Liga 2017-18, dibujado ayer tras el sorteo celebrado en Las Rozas, presenta un perfil especialmente empinado en la salida, con la visita a Riazor del todopoderoso Madrid, y especialmente en las etapas más próximas a la meta, con Barça, Celta, Villarreal y Valencia como últimos rivales. Un calendario que, a priori, obliga al equipo coruñés a hacer sus deberes con margen, sin dejar todo pendiente para el final como en los últimos tres años, en los que renovó su billete en Primera con mucho suspense y sufrimiento. A eso aspira el Dépor, a sellar el objetivo básico de la salvación con suficiente holgura como para tener unas últimas jornadas relativamente tranquilas.
El fin de semana del 19 y 20 de agosto el curso empezará a lo grande para la escuadra de Pepe Mel, que recibirá al campeón de Liga y de Champions. Plato fuerte para abrir boca en Riazor, donde aún no podrá hacer su estreno en partido oficial Fede Valverde. El uruguayo llega cedido desde el club merengue y, por contrato, no puede enfrentarse al equipo del que es propiedad. Tendrá que esperar a la segunda jornada, en la visita al campo del Levante, para hacer su debut. En el Ciutat de Valencia, ante un recién ascendido, el Deportivo afrontará su primer encuentro a domicilio con la esperanza de mejorar su pobre balance como visitante de la pasada campaña. Solo ganó un partido fuera, en Gijón, y aun así fue capaz de salvarse gracias a las continuas ayudas involuntarias de los tres últimos clasificados: Sporting, Osasuna y Granada. 36 puntos le bastaron al Dépor para evitar las plazas de condena, una marca bajísima que cualquier año, con un desarrollo más o menos normal de la competición, resultarían insuficientes para no perder la categoría.
Tras recibir al Madrid y visitar al Levante, el Deportivo volverá a jugar en Riazor contra la Real Sociedad. El Betis, a domicilio, será el siguiente rival antes de afrontar el primer encuentro entre semana, el 20 de septiembre ante el Alavés en Riazor. Es en esa fase del campeonato en la que, en teoría, el equipo coruñés tendrá que meter en su mochila un mayor número de puntos. Además de Betis y Alavés, dos equipos de la misma liga que el Deportivo, los siguientes cinco rivales también serán teóricamente de un nivel parejo: Espanyol, Getafe, Eibar, Girona y Las Palmas. A continuación la dificultad subirá desde la undécima jornada, en la que el Atlético de Madrid visitará Riazor, se suavizará ligeramente en la duodécima, con el desplazamiento a Málaga, y volverá a incrementarse ante Athletic, en casa, y Sevilla, fuera. El Leganés, en Riazor, será el siguiente rival antes de afrontar las últimas cuatro jornadas de la primera vuelta. Barça, en el Camp Nou; Celta, en Riazor; Villarreal, en el estadio de La Cerámica; y Valencia, de nuevo en A Coruña, serán los últimos cuatro escollos antes de llegar al ecuador del campeonato.
La segunda vuelta comenzará en el Santiago Bernabéu el 21 de enero. Cuatro meses después, el 20 de mayo, el Deportivo despedirá la Liga en Mestalla. Previamente a ese cierre del campeonato en Valencia, el conjunto coruñés deberá recibir al Barça (29 de abril), visitar Balaídos (6 de mayo) en la antepenúltima jornada y enfrentarse al Villarreal en Riazor (13 de mayo) en la penúltima fecha. Un esprint final en cuesta para el Dépor, igual que el arranque frente al Madrid.
