El aficionado deportivista que permanece ingresado en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña a consecuencia de las lesiones sufridas tras ser agredido en Porto el pasado domingo por una veintena de ultras del Oporto tras el partido de O Dragão será operado la semana que viene de su triple factura de cara. Su padre, Gabriel Patín, adoptará acciones legales para "llegar hasta el final" a la hora de exigir responsabilidades a los culpables del brutal ataque. "Lo pudieron matar. No me voy a callar ni me van a atemorizar", anuncia.

El joven seguidor deportivista, de 22 años e iniciales A.P.S., se dirigía hacia su vehículo junto a un amigo a la conclusión del encuentro amistoso, cuando una veintena de aficionados del Oporto, según detalla el informe policial, los persiguieron para darles una paliza. El peor parado fue A.P.S., que tuvo que ser ingresado en Porto, y posteriormente trasladado al Chuac, por los golpes recibidos en la cara. Además de sufrir la triple factura, ha perdido sensibilidad en la zona de la mandíbula.