El Deportivo comienza la Liga con el objetivo de competir frente al todopoderoso Madrid, que llega a Riazor bastante más rodado tras haber afrontado ya tres compromisos oficiales. Dar la cara y pelear el partido es la meta de los jugadores blanquiazules, conscientes de la dificultad máxima que supone enfrentarse a un rival de tan alto potencial. Da igual que no esté Cristiano Ronaldo. Los blancos están a años luz. Lo demostraron en sus visitas más recientes a Riazor, un feudo durante muchos años maldito para ellos. Ahora, es distinto. En esta Liga en la que las diferencias entre ricos y pobres son cada vez mayores, el fútbol de vez en cuando regala alguna que otra sorpresa. Pocas, pero las hay. Por ella peleará hoy el Dépor, que tendrá que hacer un partido perfecto para aspirar a sumar frente al vigente campeón.

Más allá de cuál sea el resultado final, Pepe Mel quiere que su equipo haga un partido serio, que sea competitivo y que demuestre que tiene personalidad. Habrá que sufrir sin balón, algo inevitable frente a un rival como el Madrid, pero el técnico exige a sus hombres que no se limiten solo a defender. Encerrarse atrás y regalar la pelota renunciando por completo a pisar campo contrario es una condena segura ante un adversario tan contundente en ataque. Por eso Mel quiere atrevimiento, en su justa medida, para que los blancos tengan que preocuparse de algo más que de cargar una y otra vez contra la portería de Rubén. Mientras Mel sigue pidiendo el fichaje de otro guardameta, el de Coristanco será hoy el elegido para situarse bajo los palos.

Las bajas de Çolak, Valverde y Carles Gil condicionan la alineación del técnico blanquiazul, que podrá contar con Florin Andone pese a sus molestias en la región inguinal derecha. El rumano trabajó ayer con el grupo y entró en la lista, así que en teoría está en condiciones de competir. Mel apostará por un once con tres novedades con respecto a la plantilla del curso pasado: el central Schär y los extremos Cartabia y Bakkali. Jugará con trivote en el centro del campo -Guilherme ligeramente más retrasado que Borges y Mosquera- y en ataque formará un tridente, con Cartabia y Bakkali flanqueando a Andone. Zinedine Zidane, por su parte, llega sin Ronaldo, Jesús Vallejo y Kovacic, pero tiene mucho y muy bueno, de lo mejor, para elegir. Casemiro, Isco y Bale, a los que el francés dio descanso frente al Barça en la vuelta de la Supercopa de España, regresan al once para la primera jornada de Liga.