Pepe Mel no solo espera a Lucas Pérez, sino que cuenta con él. Y pronto, antes del partido del próximo sábado contra el Levante. Es optimista porque confía en la palabra del presidente del Deportivo, Tino Fernández, quien le transmitió que el delantero estará a sus órdenes para el encuentro de la segunda jornada en el estadio Ciutat de Valencia. "Conozco no hace mucho al presidente del Deportivo. Aparte de todo el amor que tiene hacia el Dépor, es un poquito cabezón. Él me ha dicho que sí y no tengo más remedio que creerle porque me ha demostrado que cuando se propone algo lo consigue". Así de claro respondió Mel a la pregunta de si cree que va a contar ya con Lucas desde la semana que viene.

Sin embargo, las negociaciones con el Arsenal no están resultando fáciles y, de momento, tampoco la fórmula de una cesión acaba de concretarse. Entre otros motivos, porque el club inglés prefiere cualquier otro destino para el delantero antes que el Deportivo, y son muchos los equipos interesados en él. Una postura contraria a la voluntad del jugador, que insiste en regresar a Riazor. La dirección deportiva ya maneja otros nombres para el supuesto caso de que el regreso del de Monelos se venga abajo: Islam Slimani. El delantero argelino del Leicester es el principal candidato a vestir la blanquiazul deportivista si finalmente no ficha el coruñés.

Lucas sería la guinda para redondear la plantilla, ya que su llegada descartaría la incorporación de un refuerzo para la portería, el otro puesto en el que el Dépor también aspiraba a mejorar. "El club piensa que hay que hacer un gasto importante arriba y eso condiciona muchas cosas. Si queremos hacer algo importante arriba lo demás queda aparcado en esta ventana del mercado", justificó el entrenador.

Mientras, el técnico se centra en el debut liguero de mañana contra el Madrid, un rival de dificultad máxima al que espera plantar cara. "Quiero que cuando la gente se vaya del estadio se sienta orgullosa del equipo. Seguro que si la gente se marcha orgullosa del equipo, no vamos a perder. No miro al partido contra el Levante. Me centro en el del Madrid", recalcó el entrenador, que da mucho valor a la "autoestima" que supondría puntuar ante un rival tan poderoso. Según él, el valor sería enorme en cuanto a confianza porque serviría para dar "un mensaje de que Dépor va en serio en esta Liga". "Eso es lo que transmito a los jugadores. Quiero que mi equipo sea serio y compita", insistió Mel, que quiere un Dépor valiente y con personalidad. El Madrid llegará mucho más rodado tras afrontar tres partidos oficiales, una desventaja que Mel espera contrarrestar con "trabajo, ilusión y una idea de juego".