Lucas sí; Lucas no. Es el dilema del deportivismo, que aguarda la llegada de un nuevo delantero con ansiedad. La apuesta del club es clara desde hace semanas: recuperar al atacante de Monelos. El Arsenal, que pagó por el 20 millones de euros (más una cantidad para satisfacer a los clubes por los que había pasado el futbolista) no se lo pone fácil por ser el equipo de procedencia, pero el jugador quiere "regresar a casa", según indica continuamente su agente. Quedan cinco días para poder cerrar el sueño del consejo de administración y de buena parte del deportivismo. El viernes, ya 1 de septiembre, se cerrará el mercado en el fútbol español.

Tino Fernández, presidente del Deportivo, recordó en el campo del Levante que el delantero coruñés sigue siendo un objetivo. "No renunciamos a él", a pesar de todas las adversidades que están encontrando por parte de los Gunners, cuyo inicio de campaña en la Premier no está siendo bueno. Lucas non parece ser la solución y Wenger ya dijo que haría lo posible por ayudarlo a salir. El problema es que sus jefes prefieren que sea hacia otro destino, lejos de A Coruña. Esta semana se habló de Valencia e incluso el Levante, pero el jugador solo quiere ponerse la casaca blanquiazul. El otro recurso que le queda es jugar fuera de España.

Pendientes de las reuniones que se mantienen en Londres, la dirección deportiva del club coruñés maneja otras opciones para darle a Pepe Mel el atacante que tanto ansía. Incluso cabría la posibilidad de que fuesen dos -si el entrenador madrileño tiene a bien recibirlos-, ya que el dinero destinado al fichaje del de Monelos puede dar para su incorporación y otro futbolista más, ambos cedidos, claro está. Son cinco días, pero antes del cierre del mercado -solo en España llega hasta el viernes- tendrá que llegar un refuerzo. O uno de ellos.

Pepe Mel, que va por libre en todo, como demostró tras el partido contra el Levante -él dijo una cosa de cómo afrontar el partido y Cartabia y Rubén otra muy distinta- insistió en un portero, incluso se permitió asegurar que Lucas llegaría porque así lo había prometido el presidente. La dirección deportiva sigue, en silencio, a la búsqueda de ese delantero necesario. Lucas es la clave, el principal objetivo por el que apostarán hasta el límite del cierre del mercado, pero con la intención de tener algo más cerrado por lo que pudiera pasar.

El plan B está activado desde hace más de una semana y eso podría significar que el entrenador dispusiese de algún jugador más en el ataque, incluso llegando Lucas. El portero, que tanto reclama el entrenador, queda en otro plano, sobre todo tras la gran actuación de Rubén frente al Levante. Y por lo que se vio el sábado, ya no s tanto cuestión de futbolistas sino de cómo quiere jugar el técnico, pues en ataque nadie existió porque no tuvieron balones.