Un veinteañero de Monte Alto pisando el mismo césped que Don Revie, el maltratado Brian Clough, Billy Bremner, Eric Cantona, Rio Ferdinand, Alan Smith... Pocos coruñeses, más allá de Lucas Pérez en el Arsenal y Sitio Castro en el Ipswich, han probado fortuna en las islas, pero en plena época expansionista y con un fútbol cada día más globalizado un canterano deportivista, Hugo Díaz, acaba de fichar por dos años por el equipo Sub-23 del Leeds United, bestia negra blanquiazul e histórico británico, ahora en la Championship. Quiere hacer carrera donde pocos se han atrevido. "Un filial, un equipo con tradición... Cuando me lo dijeron, ni me lo pensé. Me dije: 'hay que intentarlo, luchar y si se puede triunfar allí, ¿por qué, no? Y si no es posible, a buscar en otro lado'. El futuro no se sabe, no me planteaba algo así al principio del verano. Yo no (tenía cuatro años), pero mi padre sí se acuerda del Leeds-Dépor de Champions. Le hizo ilusión porque tiene el recuerdo de un equipo grande".

Entre la sorpresa y la valentía, el central decidió irse. Tenía contrato con el Deportivo, que le ofrecía una cesión a un Tercera. No le convenció, rescindieron. Le esperaban el condado de Yorkshire y Elland Road con un proyecto muy español de asalto a la Premier. Víctor Orta fichando; Thomas Christiansen y Carlos Corberán en los banquillos; Samu Sáiz y Pablo Hernández en el vestuario y hasta seis fichajes del fútbol base español para su combinado Sub-23, entre ellos Hugo. Atrás queda el "agradecimiento" al Silva tras su cesión y una formación sin hacer cumbre en Abegondo.

"Soy del Deportivo, siempre lo he sido. Era mi ilusión, pero hay que buscarse la vida. Cuesta salir de casa. Lo dejas todo, echas de menos a tu gente". Poco tiempo tiene de echar la vista atrás el defensa en "un año en el que no se dieron las cosas" en el Dépor en el salto del juvenil al fútbol profesional y en el que el Fabril apostó "más por la seguridad que por la formación", algo en lo que él no entra. "Cada uno debe pensar lo que quiera".

"Ahora las canteras son mixtas. Tienes que acostumbrarte a pelear en el equipo de tu vida o en Inglaterra". Hugo sabe que está ante un cambio de modelo y asume el reto. Donde se plantea un problema, él es capaz de ver una oportunidad y más después de las buenas sensaciones en sus primeras semanas en Leeds. Ya conoce la ciudad "con mucho movimiento en el centro", aunque aún vive en un hotel cercano a la ciudad deportiva de Thorp Arch. Pronto se mudará junto a otros compañeros a una casa más de campo, típica inglesa.

"Es como una jornada laboral. Entro a las nueve, salgo a las cinco. Desayunamos, nos entrenamos, comemos, volvemos a trabajar y a veces luego tenemos un par de horitas de clases de inglés. Es todo muy profesional". Ya debutó en Elland Road y casi marca de falta. No desespera. "Ya llegará. Estoy trabajando bien y el equipo quiere salir jugando desde atrás, eso me gusta".