El techo de la Liga está en Riazor. No por el delicado estado de sus cubiertas, sino por la talla del nuevo portero del Deportivo, Costel Pantilimon. Con sus 201 centímetros, según precisó ayer él mismo, el internacional rumano no solo es el futbolista más alto de Primera División, sino el único que supera los dos metros. Otro guardameta, el serbio Filip Manojlovic (Getafe), es el segundo en la clasificación de los más espigados de la Liga gracias a sus 197 centímetros, cuatro menos que Pantilimon. Los siguientes en ese ranking, con 1,96, son otros dos arqueros -Diego López (Espanyol) y Raúl Fernández (Levante)-, más Pedro Alcalá, defensa del Girona. Ninguno tan alto como el recién incorporado al Dépor, que llega a A Coruña "muy ilusionado" para competir por el puesto con Przemyslaw Tyton y Rubén Martínez, este último actualmente lesionado.
Su compañero en la selección rumana Florin Andone jugó "un rol muy importante" para que se decantara por la opción del Dépor. Le dio muy buenas referencias del club, de la ciudad y también de cuál será su competencia directa bajo los palos. "Me contó que son buenos chicos (Tyton y Rubén) y buenos porteros. Yo respeto a todo el mundo y vengo a trabajar para ganarme el puesto", prometió ayer Pantilimon desde el Hospital Modelo, donde completó con éxito el reconocimiento médico.
El polaco Tyton, con sus 195 centímetros, figura entre los diez más altos de la Liga. No así Rubén (187), un portero también dominante pese a no llegar al metro noventa. El meta de Coristanco, cuyas paradas resultaron decisivas para que el Dépor sumara la pasada jornada frente al Levante, tuvo la mala suerte de lesionarse el dedo pulgar derecho el pasado viernes, solo unas horas antes del cierre del plazo para realizar fichajes. El club reaccionó contratando a Pantilimon, que llega cedido hasta final de temporada desde el Watford inglés. Una rápida maniobra del Dépor que para el rumano supuso "una feliz sorpresa". "Estoy muy ilusionado y muy contento de estar aquí", dijo el nuevo meta blanquiazul.
Nada más acabar el reconocimiento médico se dirigió a Abegondo para conocer las instalaciones y saludar tanto a sus nuevos compañeros como al cuerpo técnico. Por la tarde regresó a la ciudad deportiva para ejercitarse junto al meta fabrilista Francis bajo la supervisión del preparador de porteros, Manu Sotelo. Físicamente el rumano se encuentra "en condiciones". Asegura que está para jugar, incluso para debutar ya el domingo frente a la Real Sociedad en Riazor (12.00 horas), aunque al mismo tiempo resalta que esa es una "decisión del técnico". Sobre el Dépor, todo son elogios: "Florin (Andone) solo me dijo cosas buenas. Me contó que él está muy contento aquí y que yo también lo iba a estar".
Tyton, Rubén y Andone son tres de los nuevos compañeros de Pantilimon, quien además comparte vestuario con otro de los techos de la Liga, el central Raúl Albentosa.
Los también defensas Alcalá (1,96) y Piqué (1,94) son los únicos jugadores de campo que superan el 1,93 del valenciano. Entre los 28 futbolistas de Primera por encima del metro noventa también está el delantero exdeportivista Borja Bastón (1,91), actualmente en las filas del Málaga. Será uno de los rivales de Pantilimon en un campeonato español al que llega "muy ilusionado después de seis años en Inglaterra". "El cambio me viene bien", asegura el rumano, que se define a sí mismo como un portero "muy tranquilo". "Tengo mucha confianza en mí mismo", añade. Ayer se estrenó en Abegondo con una sesión específica para él. Esta mañana, a las 10.30 horas, vuelve a la ciudad deportiva para completar su primer entrenamiento con el grupo a las órdenes de Pepe Mel.
