Quince futbolistas del Deportivo han tenido minutos en las dos primeras jornadas de Liga. Faltan diez por debutar, entre ellos el prometedor Fede Valverde, que ayer se reincorporó al trabajo tras marcar frente a Paraguay en su debut con la selección absoluta de Uruguay. Vuelve "motivado y con ganas de jugar el domingo", en Riazor, frente a la Real Sociedad (12.00 horas). Para ese encuentro Pepe Mel tiene disponibles a veintitrés futbolistas, todos salvo los lesionados Rubén Martínez y Carles Gil. Por lo tanto, el entrenador tendrá que hacer cinco descartes por decisión técnica tras la sesión a puerta cerrada que dirigirá esta mañana en el estadio blanquiazul.

La continuidad de futbolistas muy importantes como Sidnei, Guilherme o Andone, y el nivel de los refuerzos -en general, alto- hacen que el potencial de la plantilla haya subido, al menos en teoría. Mucha calidad pero, al mismo tiempo, demasiada cantidad, porque el deseo de Mel era contar con un plantel corto, de no más de veintidós o veintitrés futbolistas. Al final, tiene veinticinco a sus órdenes. No solo está caro jugar, sino que el pulso es también duro por formar parte de las convocatorias. Resulta imposible que pueda haber oportunidades para todos, y menos a estas alturas de la temporada.

Para recibir al Madrid en la jornada inaugural el entrenador madrileño dejó fuera por decisión técnica a Raúl Albentosa y Gerard Valentín, además de a Saúl, este último fuera de los planes de Mel. Ninguno de ellos viajó a Valencia la semana siguiente para visitar al Levante. También se quedó en A Coruña Borja Valle, que había tenido minutos frente al vigente campeón. Una vez cerrada la plantilla con los últimos fichajes de Lucas Pérez y Costel Pantilimon, el entrenador tendrá que dejar fuera a cinco hombres para recibir al actual líder de Primera División.

Entre los que todavía no han tenido minutos está Valverde, elegido por la FIFA jugador de la jornada de los últimos partidos de clasificación para el Mundial 2018. Su gol a Paraguay desde fuera del área en su primer encuentro con el combinado charrúa le da mucha confianza para afrontar con la máxima ilusión su futuro inmediato en el Dépor. "Fue un sueño cumplido. Nunca me imaginé que fuera a pasar eso. Fue algo increíble e inolvidable. Me sentí muy feliz, por mí y por mi familia, que fue la que luchó conmigo. Conseguí lo que fui a buscar en Uruguay y ahora tengo que esforzarme para lograr un lugar aquí en el Dépor. Me encuentro con muchas ganas, motivado y con ganas de jugar el domingo. Me siento bien", recalcó el joven de 19 años, "a la orden" de Mel de cara al encuentro de mañana.

Contra el Madrid su contrato de cesión le impidió participar y luego, frente al Levante, no tuvo minutos. "No pude jugar los dos primeros partidos pero sigo entrenando con intensidad, con mucho esfuerzo y esperemos que llegue la oportunidad", deseó ayer desde la Casa del Agua, donde la plantilla completó una sesión de recuperación. Sabe que la hinchada coruñesa es muy fiel y, en ese sentido, espera que el factor campo resulte decisivo para inaugurar el casillero de triunfos. "Hay que aprovechar que jugamos en casa y que la afición apoya los 90 minutos. Eso hay que utilizarlo como motivación para el partido y ganarlo", declaró el joven.

En principio, Valverde tendrá que esperar su oportunidad en el banquillo, porque frente al conjunto donostiarra Mel tiene previsto dar continuidad a Mosquera y Guilherme como pareja de mediocentros, con Bruno Gama y Fede Cartabia en las bandas, más Adrián y Andone en punta. En defensa, los cuatro de siempre: Juanfran, Schär, Sidnei y Luisinho. Tras la lesión de Rubén, el técnico tendrá que elegir entre Tyton o Pantilimon para defender la portería, un duelo en el que el polaco parte con ventaja.