"No hay nada mejor en este mundo que ser presidente del Deportivo". Tino Fernández abrió el libro de su presidencia para echar un vistazo a las hojas del pasado, frente y futuro del club coruñés en la tercera edición del Foro de Radio Coruña-Cadena SER en un auditorio de Afundación que registró una gran entrada y que contó con la presencia del alcalde Xulio Ferreiro, del ex presidente de la Xunta González Laxe y de glorias deportivistas como Dagoberto Moll. Desde la posición de privilegio que, a su juicio, le da estar al frente del consejo de administración, Fernández fue enérgico e intenso en su discurso, defendiendo su gestión, el modelo de club e incluso reconociendo los errores. Es exigente. Primero con la plantilla, tomando como punto de partida el duelo ante la Real y pensando en lo que puede deparar esta temporada: "Le pido a la gente que no pierda la fe. Ya lo dice la canción que 'ser de los que ganan es muy fácil...'. Este equipo no va a bajar, aspiramos a estar décimos o decimoprimeros, esa es la alegría que nos merecemos. Tenemos un muy buen equipo, pero no llega con eso, hay que jugar como si disputásemos la final de la Champions. Esto acaba de empezar, pero tienen que cambiar las cosas. Hay que salir intensos y concentrados, rugiendo cinco minutos antes de que empiece, no cómodos, ni con la toalla. No nos pueden comer las patatas como ante la Real Sociedad. El cuarto gol es de risa, a Illarra lo hicimos internacional, se va a comprar un piso en A Coruña".

El presidente cree que el Dépor es el "séptimo u octavo" equipo de la Liga y a esa posición "debe acercarse", sin perder de vista Europa y con el aspiración este año de quedar por encima del Celta. No quiso desvelar cuál fue el secreto para doblegar la resistencia del Arsenal para que Lucas acabase regresando, pero sí tuvo un momento para pararse a analizar uno de los puntos negros de su gestión deportiva: la inestabilidad en los banquillos. "No hubo suerte con los técnicos, ojalá sea Mel el que lo consiga, pero si tenemos que hacerlo, lo seguiremos haciendo. No somos campeones de cambiar entrenadores. Este proyecto va a salir bien, pero al final es la ley del fútbol. Hay que intentar e intentar, y no pasa nada, aunque está claro que si haces esa sustitución a mitad de temporada es que hay algo que no has hecho bien. Hay quien tuvo hasta cuatro en un año. Quien me conoce sabe que en mi empresa lo he hecho con poca gente. Me dolió la destitución de Gaizka (Garitano) y al único que le di un ultimátum fue a Víctor Fernández".

Antes de adentrarse un poco más en el futuro, Tino Fernández tuvo tiempo de repasar sus más de tres años y medio de presidencia. Su mejor día, en Barcelona: "Ya lo comparé con el gol de Vicente. A veces soy demasiado optimista y sabíamos que teníamos la bola extra del Elche, pero aquel día estaba convencido de que nos salvábamos, aunque disimulamos bastante bien", admitió entre risas antes de revelar un anécdota de aquella tarde que tuvo al delegado Barros Botana como protagonista: "Antes de salir al campo le estuvo rezando a la Moreneta de la capilla del Camp Nou. Al año siguiente le trajo flores para agradecérselo y volvimos a empatar. No les hizo gracia y ya le dijeron que no le llevase más, que se encargaban ellos".

Donde sí pierde la sonrisa es recordando lo peor, el asesinato de Jimmy. "Ese día, lo que ocurrió después y hoy. Que no haya justicia, que no se sepa que pasó es un fracaso del sistema. Que no exista la paz de una condena, que no paguen los que lo hicieron...", confiesa. Las repercusiones y la presión mediática, judicial y federativa desde Madrid le puso a prueba. "¿Engañado? No sé, pero las cosas no eran como me las contaban a mí en ese momento. Ni ese día ni en los posteriores. Cuando ya estaba muerto, me hablaban de hipotermia. No me contaron ninguna verdad al 100%, solo medias verdades, que son las peores". Todo había ocurrido en los alrededores de El Manzanares y se criminalizó a la ciudad de A Coruña y a la afición del Dépor, a la cual defiende a capa y espada. "El Atlético tiene más apoyo mediático y en LaLiga, y eso se nota. Se trasladó la polémica aquí. Se obcecaron con las pancartas y nuestra afición es ejemplar. Y lo digo cuando acabamos de ver palos en un derbi en Asturias, pero muchas veces se habla a 600 kilómetros y en base a etiquetas y discurso enlatados". Adelanta la solución que han buscado para evitar las multas de Antiviolencia, una comisión que no le ha recibido porque a su juicio lo considera "un ultra". "No incitaban a la violencia y no íbamos a pagar nada, pero buscamos una solución a la coruñesa. Ahora la pancarta pone A Coruña, 1987. Todas las personas del grupo (Riazor Blues) se han legalizado, fueron al notario. Los que entran no tienen prohibido el acceso. Si está estigmatizada, tienen que hacerlo con todos; las normas tienen que ser para todos iguales".

Otro de los actores en el caso Jimmy incluso a nivel ideológico fue Javier Tebas. Defiende su gestión en LaLiga, no así sus opiniones: "Es un gran presidente. Hay cosas en las que estoy con él y otras en las que estoy en desacuerdo. Es presidente de la patronal y a veces se mete en unos charcos que no ayudan nada a la LFP, no aportan".

Entre la Liga y la Federación, para la que defiende que "no puede seguir siendo Irak", se mueve también Tino Fernández en defensa del Dépor, una entidad con un modelo con el que está plenamente identificado: "Es lo más parecido a un club siendo Sociedad Anónima Deportiva, en ese sentido vamos a contracorriente. Somos el único equipo de Galicia que es de sus aficionados. Veremos en qué medida se puede sostener en el tiempo, va a depender de la evolución del propio fútbol, pero ahora mismo es perfectamente viable. A mí cuando me plantean inversiones de chinos o de otros empresarios, siempre les digo que los accionistas quieren seguir con lo que tienen, que no tengo su mandato para algo así. Si algún día no somos capaces de sobrevivir..., pero mientras que se genere dinero, no tiene que haber ningún problema. Luego hay cosas que se me escapan a mí. Si un día viene alguien y convence al deportivismo con algo de ese estilo, perfecto, pero yo mis acciones no se las iba a vender y creo que eso pasaría con la mayoría de los deportivistas".

Esa identificación sigue latente, a pesar de la titubeante marcha del equipo. No aprecia desconexión de los jugadores con la grada ni con el consejo ni la dirección deportiva: "Yo no lo veo así. Tenemos una muy buena relación, tanta que a veces piensas entrecomillas que puede ser un problema porque alguien se puede acomodar, como si faltase más veneno. El otro día hicieron un churrasco en Abegondo, los del consejo nos fuimos a comer con el filial, ayer (por el jueves) el cumpleaños de Lucas... A veces creo que nos llevamos demasiado bien. Luego está el día a día y está es una actividad con mucha repercusión".

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Tino Fernández dispara la ambición

Quienes también están muy expuestos son los jugadores en las redes sociales, no saben gestionar su imagen pública. El presidente tiene su opinión al respecto: "Son un peligro. Estás en casa y crees que eres anónimo, que todo aquello que estás haciendo no es real. Los jugadores son jóvenes y regular todo es complicado, es más importante el sentido común. Por ejemplo, Joselu se acabó echando a perder por tonterías, que si las orejitas... Ya hablamos con Fede (Cartabia) y Bakkali, no se dan cuenta de que es como una declaración".

Tampoco escapan a estos problemas los jugadores del filial. Tino Fernández tiene grandes planes para un Fabril, al que llegará el panameño Ismael Díaz. A partir de la próxima temporada la cantera tendrá sitio fijo en el primer equipo. Mandato del consejo. "Contamos con ella, pero es algo en lo que no se improvisa. Es un trabajo, un proceso. En el Fabril hay jugadores que van a estar en el primer equipo. Edu, Pinchi... Borja Galán está en un momento dulce y aún nos falta Luis Fernández, que es como Lucas en Segunda B. Y también está Mujaid en el juvenil. El año que viene tiene que a haber una cuota fija de jugadores del Fabril en el primer equipo, no es una recomendación. Y debe ser así, porque de otra manera no compensa el esfuerzo".

"Ya le dije a la delegada de Hacienda que no quería volver a verla, pagamos y cumplí", admite Tino Fernández en tono jocoso. También deslizó algunas claves económicas de cara al futuro. "La deuda concursal llega hasta 2048, aunque los últimos años pagaremos menos. 6 millones por año en los próximos 16 años y 15 más, de 400.000 euros. La deuda es de 92 millones, enorme, pero la troceamos".