Cuarta jornada, cinco cambios, pero mismas sensaciones. Equipo sin ideas. Lo único que ha hecho en el Benito Villamarín ha sido presionar arriba, y una vez que recuperaba el balón, realizar pases largos hacia Andone, intentando aprovechar su velocidad ante los centrales béticos. Después de esto, poco o nada más. Poca intensidad en los duelos individuales, lo que provocaba siempre superioridad del equipo de casa. Mala colocación y relajación en centros laterales defensivos, que crean tres ocasiones del Betis, una de ellas el gol, en el que destaca la pasividad de Juanfran.

Todo aficionado al fútbol sabe la idea futbolística de Quique Setién, pero una vez que superaba la primera línea de presión, el Betis movía el balón de un lado a otro con comodidad. Se notó mucho el mal momento de Guilherme y los pocos minutos de Borges. De esa manera llegaban muy fácil a rondar el área deportivista, bien a base de paredes o de centros.

Con el gol del Dépor, gracias a la testarudez combinativa de Setién en todas las zonas del campo, creíamos que sería un paso adelante del equipo herculino. Sin embargo, he echado en falta algo más de juego de equipo, pues entre los cuatro jugadores teóricamente de la zona de ataque se han visto muy pocas combinaciones entre ellos, haciendo cada uno la guerra por su cuenta.

Pepe Mel ha sido muy criticado por los cambios realizados durante los encuentros en las últimas tres jornadas. Ya sé que es muy fácil hablar desde el sillón y con las pulsaciones en su ciclo normal, y sobre todo después de saber el resultado final, pero desde mi humilde punto de vista Guilherme estaba pidiendo a gritos el cambio mucho antes. Aunque Fede Valverde tuvo una pérdida fatal para el equipo, era el recambio natural que tenía en el banquillo.

Pecó de conservadurismo con la entrada de Luisinho por Bakkali, y en el tardío cambio de Lucas inmediatamente después del 2-1. Ahí teníamos a Navarro con una amarilla, a Luisinho por delante siendo lateral, y en vez de mantener cuatro atacantes para buscar el empate, quitó del campo a un Fede Cartabia que hoy por hoy parece que tiene algo más de luz de cara a gol que el resto de atacantes.

Poco tiempo tiene Mel para trabajar con el equipo de cara al complicado partido del miércoles, pero todos esperamos que tenga las ideas más claras y alternativas para las diferentes situaciones del juego que puedan aparecer durante el encuentro.