Pepe Mel comprende las críticas de un sector importante de la afición del Deportivo tras el mal inicio de temporada. A su juicio, "es normal" ese desencanto entre la gente porque el equipo no está cumpliendo con las expectativas. Preguntado por si se siente cuestionado por la grada, el madrileño contestó lo siguiente: "No me paro a pensar en eso. Si es así, que no lo sé, es normal. Lo que sí sé es que mi equipo ha jugado 12 puntos y ha ganado uno. Entonces, no puedo esperar otra cosa".

Considera Mel que la hinchada deportivista tiene todo el derecho del mundo a quejarse. "A la afición no hay que decirle nada, es absurdo. Lo que quiere es ver a su equipo ganar. Todo lo demás son palabras. Tenemos que intentar vencer. Conseguirlo es la mejor forma de que esas críticas se vayan volviendo en algo normal para nosotros, que es decir que el equipo ha competido, está bien y está en la línea de la victoria", afirmó el entrenador del Deportivo, que augura un partido "de nervios" esta noche ante el Alavés, actual colista.

El equipo vitoriano llega a A Coruña con un nuevo técnico, Javier Cabello, sustituto interino del destituido Luis Zubeldía. Eso convierte al Alavés en "una incógnita para todo el mundo" por los nuevos matices que pueda presentar tras el relevo en el banquillo. No le sorprende a Mel que hayan despedido a un entrenador tras haberse disputado solo cuatro jornadas porque "cuando decidimos dedicarnos a esto, todos sabemos cómo se rigen los códigos del fútbol".

El preparador blanquiazul confía en que esta noche el Dépor sea capaz de mostrar, por fin, su mejor versión. "Tenemos que demostrar que somos mejores de lo que dice la clasificación y de lo que hemos hecho en estos cuatro partidos e intentar hacer las cosas bien. Necesitamos resultados. Me imagino un partido de nervios. Los dos no estamos bien en la tabla y los dos necesitamos ganar. Tenemos que dar la medida de lo que verdaderamente somos", recalcó Mel tras el entrenamiento a puerta cerrada que dirigió ayer en Riazor.

También analizó la posible titularidad de Lucas Pérez, quien todavía le falta seguir mejorando para alcanzar su estado óptimo de forma. "Lo importante es que Lucas esté bien, al nivel que puede dar. El problema que ya conocíamos es que firmamos a un futbolista que no ha entrenado en todo el verano y viene a un nivel físico muy bajo que se levanta con entrenamientos y partidos, porque no es lo mismo competir que entrenar. Necesitamos al Lucas que todos conocemos y ese está por llegar", analizó.

Tenía previsto alinear juntos en ataque al coruñés y a Adrián López, pero la lesión a última hora del asturiano trastoca sus planes porque le deja para las próximas semanas sin uno de sus hombres más en forma: "Es un jugador que nos da cosas. El otro día metió un gol muy bonito y difícil. Es un futbolista que enlaza, que genera fútbol, cada vez estaba mejor y obviamente nos perjudica a todos esta lesión".

De todas formas, a Mel lo que más le preocupa es el rendimiento defensivo, no el ofensivo. Dépor y Málaga, con once goles en contra cada uno, son los más goleados de Primera. Acabar con esa "sangría" de tantos recibidos es el gran objetivo: "Encajamos muchos goles y un equipo que encaja tanto se tiene que ir a 70 goles a favor a final de Liga para compensarlo, así que esa es la sangría que tenemos que parar sí o sí con los futbolistas que tenemos. Tenemos que ser defensivamente mejores".