Si la semana pasada los comentarios sobre la situación del Deportivo, a pesar de haber ganado, eran muy negativos, los de esta semana superan con creces los malos augurios debido principalmente a la poca intensidad, tanto defensiva como ofensiva, demostrada por el equipo durante los primeros minutos del encuentro tirando un partido que valdría para tranquilizar algo al entorno deportivista.

Pepe Mel sigue sin encontrar la tecla apropiada para encarrilar el rumbo del conjunto blanquiazul, pero lo más preocupante es que no hay atisbo de cambio y estamos en puestos de descenso. Seguimos con un portero que no aporta tranquilidad alguna, algo importantísimo para un equipo, una defensa en la que Juanfran dista mucho del lateral trabajador y resolutivo del año pasado, Arribas comete fallos infantiles que tiran por la borda cualquier otro buen hacer, Schär sigue destacando pero cada vez se lo están poniendo más difícil y Luisinho ve demasiado espacio cuando se encuentra en labores defensivas. Sigo pensando que Valverde no juega en su posición y le cuesta mucho bajar a realizar ayudas a la banda, ya que cuando tenemos el balón se mueve por zonas centrales para dejar la zona izquierda libre al portugués. Todos los equipos realizan estudios de los adversarios y Quique Flores sabía bien por dónde iban a hacer mucho daño. En el medio seguimos sin director de orquesta. Celso Borges y Guilherme no pasan por buen momento y eso lo estamos pagando muy caro. A Fede Cartabia habría que explicarle que no es obligatorio tirar a gol después de conducir el balón desde banda hasta zona central de área y que hay compañeros dispuestos a recibir el pase y devolver con una pared o buscar otra alternativa mejor para el equipo. Çolak pierde mucho cuando va a recibir balones a campo propio. Desde ahí es muy difícil dar un último pase de gol, que en este equipo parece ser el único que puede hacerlo. Arriba Lucas bracea más que juega, está demasiado pendiente de corregir a sus compañeros y pierde fuelle en ataque. Creo que aún no está físicamente para salir de titular aunque viendo con qué actitud salió Andone, uno no sabe ya quién debe jugar ahí. El rumano debe pensar algo más en el grupo y dejarse de egocentrismos que no le llevan a nada.

Esperemos que Mel encuentre esa tecla para el sábado pero esta semana tendrá que hacer más trabajo psicológico que habitualmente, pues esta plantilla no es tan mala como nos está haciendo creer en el terreno de juego.