Costa Rica fue uno de los epicentros futbolísticos del planeta tierra en la madrugada de ayer y Celso Borges se convirtió en protagonista al clasificarse junto al resto de compañeros para el Mundial de Rusia, su primera cita de este calibre como deportivista. La celebración fue por todo lo alto porque la forma de conseguirlo no fue la más usual, a pesar de que solo una serie de catástrofes podía dejar fuera a los ticos de la cumbre balompédica del próximo verano. Honduras se puso por delante y hubo que esperar al descuento para que Kendall Waston lograse el empate. El rematador saltó junto a Borges tras un centro de Bryan Ruiz y se llevó la gloria, pero en ese momento poco importaba. La locura se desató en el estadio, en todo el país y por supuesto en el vestuario costaricense.

Minutos después Celso Borges salía de la caseta con otro Mundial en el bolsillo y con un rapado a lo mohicano. "Habíamos hecho una apuesta, esto vale cualquier cosa", confesó la zona mixta. Todos sus compañeros celebraron la conquista y la improvisada sesión de peluquería en el vestuario que fue inmortalizada en directo por las redes sociales de muchos de ellos. Horas más tarde el pivote blanquiazul lucía nuevo look, ya en casa, sentado delante de su inseparable batería. La alegría del primer deportivista que será deportivista en Rusia 2018, puede haber más en las próximas fechas.