Ocho años van ya desde el último triunfo del Deportivo contra el AtléticoDeportivo Atlético, un partido en el que los blanquiazules se impusieron por la mínima (2-1), con los goles de Colotto y Andrés Guardado que permitieron remontar el tanto inicial de Agüero. Fue en la decimoprimera jornada de la temporada 2009-10, disputada el 21 de noviembre de 2009 y desde entonces los blanquiazules no saben lo que es ganar a los rojiblancos. Esta nueva visita de los colchoneros se producirá en la misma jornada de entonces y casi en la misma fecha.

De aquel apretado triunfo hay un protagonista en la plantilla actual, Adrián, que esa temporada había regresado al cuadro coruñés tras estar cedido en el Alavés y en el Málaga en las dos campañas anteriores. El ovetense volvió con los deberes hechos y se convirtió en un futbolista importante en las alineaciones de Miguel Ángel Lotina, aunque en aquel partido en concreto había entrado desde el banquillo en sustitución de Mista.

Era entonces el Deportivo un equipo que había dejado de estar entre los grandes y tenía que conformarse con sobrevivir en la elite del fútbol español, aunque todavía era capaz de dar algún susto a los poderosos y asomar la cabeza por la zona noble de la clasificación. Tanto, que tras ese triunfo finalizó la jornada en la cuarta posición y con 22 puntos. Al final fue décimo. La mejor plaza desde entonces, porque al año siguiente se produjo el descenso a Segunda. Es desde entonces que el deportivismo no disfruta de una campaña tranquila.

Riazor era un campo complicado para los atléticos desde que el Deportivo se instaló entre los grandes, tanto que desde el triunfo de la temporada 1994-95 no volvieron a llevarse la victoria hasta el curso 2007-08. A partir de ahí, comenzó el dominio colchonero en sus visitas al coliseo coruñés, de donde se marchó con once triunfos y trece empates en las 43 visitas que realizó en la máxima categoría. Sólo en el periodo comprendido entre 1995 y 2007 los blanquiazules mantuvieron su feudo bien protegido.

Pero desde ese último triunfo, los rojiblancos salieron siempre con algún punto -tres empates y dos triunfos en los últimos cinco encuentros aquí-, en una época de esplendor deportivo para los del Manzanares y de renacimiento para los coruñeses, que valoraban un punto, aunque fuese en casa, como si de un tesoro se tratase. Y como tal habría que considerar los dos últimos, ya que permitieron al equipo salvar la categoría.

El del curso pasado si acaso supo a poco, ya que el Deportivo se había adelantado con justicia (gol de Andone), pero un Griezmann en racha había equilibrado el marcador. Fue a partir de ese tanto cuando se produjo el violento choque entre Álex Bergantiños y Fernando Torres, que acabó con el atlético en el hospital y los futbolistas con muy pocas ganas de continuar con el partido. Al final fueron unas tablas pactadas debido a las circunstancias.

Muy distinto había sido aquel encuentro de hace ocho años, mucho más intenso, más polémico, más competido. El Deportivo había encajado a los tres minutos -casi como ahora- un gol de Agüero, pero Colotto igualó a las 21 al cabecear un córner -su especialidad- y Guardado anotó el triunfo en el minuto 93 al transformar un penalti sobre Lopo. El éxtasis se apoderó de la grada.