A punto de alcanzar el primer tercio de la temporada, el Deportivo ya ha tenido que lidiar con la destitución del entrenador y las consecuencias derivadas de un inicio de campeonato titubeante. Transcurridas once jornadas, el equipo se ha acostumbrado a convivir con las posiciones más comprometidas de la clasificación y sale a una media de punto por partido. El balance resulta pobre si se atiende a que el club esperaba esta temporada alejarse de la zona baja de la tabla y dar un salto cualitativo. En ese sentido, el crecimiento del equipo sigue pendiente y no se han conseguido superar los registros de las tres temporadas anteriores en Primera División a estas alturas del campeonato. A pesar de ello, el Deportivo está en una situación cómoda con respecto a los puestos de descenso, similar a la del curso 2015-16 a pesar de haberse sumado menos puntos.

Es la paradoja que tenía reservado este inicio de temporada para los deportivistas, que pese a haber despedido a Pepe Mel por sus malos resultados y las pobres sensaciones que transmitía el juego del equipo tienen una renta de puntos parecida a su mejor arranque reciente de campeonato. Las esperanzas del club están ahora depositadas en que el conjunto blanquiazul confirme a la vuelta del parón la evolución mostrada con Cristóbal Parralo al mando.

La victoria ante Las Palmas y la imagen mostrada el sábado contra el Atlético a pesar de la dolorosa derrota en el descuento han alimentado el optimismo alrededor del equipo, que trata de asimilar las enseñanzas de un entrenador que ha sabido transmitir una idea de juego reconocible a los jugadores. Suya será la tarea de lograr en los dos tercios de Liga que quedan por delante el objetivo que se le había marcado a Pepe Mel.

Tendrá que mejorar sus registros y dirigir al equipo hacia una situación más holgada en la clasificación, aunque a estas alturas no haya demasiada diferencia con las tres temporadas anteriores. El curso pasado, el Deportivo ocupaba la decimosexta plaza con diez puntos después de once partidos disputados. Era uno menos de los que contabiliza actualmente, pero con la diferencia de que tan solo se encontraba uno por encima de los puestos de descenso.

Actualmente, con una puntuación similar, el conjunto blanquiazul está cinco puntos por encima de las posiciones más comprometidas de la clasificación. La distancia es similar a la de la temporada 2015-16, cuando el equipo firmó su mejor arranque desde su regreso a la máxima categoría. El inicio de los blanquiazules con Víctor Sánchez del Amo en el banquillo le permitió colocarse en la zona templada de la tabla con 15 puntos. El margen sobre el descenso, sin embargo, era de seis puntos. En ese sentido, el Deportivo se ha visto beneficiado este año por el pobre rendimiento de los equipos que cierran la clasificación.

No ocurrió lo mismo en la temporada 2014-15 con Víctor Fernández al mando de la plantilla. Con el equipo recién ascendido de Segunda División, tan solo se habían logrado nueve puntos en once jornadas (dos menos que en la presente) y se encontraba fuera de los puestos de descenso, aunque empatado con Elche y Levante en esas posiciones.