Gustavo Munúa embarcó ayer por la tarde desde Uruguay con destino A Coruña para hacerse cargo del Fabril como sustituto de Cristóbal Parralo. El ex guardameta blanquiazul regresa de esta manera al Deportivo, el club que le abrió las puertas de Europa y cuya camiseta defendió seis temporadas, desde la 2003-04 hasta la 2008-09. Firma hasta final de campaña con el objetivo de dar continuidad a la brillante trayectoria del filial en el grupo 1 de Segunda División B, que ha liderado durante varias jornadas y en el que actualmente ocupa la segunda posición tras el Fuenlabrada. Rubén Coméndez, que dirigió al Fabril las últimas tres jornadas desde que Cristóbal accedió al banquillo del Dépor como relevo de Pepe MelCristóbal Pepe Mel, vuelve a ponerse al frente del juvenil A de División de Honor tras la contratación de Munúa.

En su corta trayectoria como entrenador el uruguayo se ha caracterizado por apostar por un fútbol combinativo, con buen trato de balón y evitando en la medida de lo posible el juego directo y los balonazos en largo. Quiere que sus equipos sean protagonistas, como lo está siendo el Fabril en la categoría de bronce del fútbol español. El carácter es otra de las cualidades del nuevo entrenador del filial. Tiene una fuerte personalidad e intentará que su equipo también la tenga sobre el terreno de juego.

Será la primera experiencia como técnico del uruguayo en el fútbol español. Antes dirigió en su país al Nacional de Montevideo y, más recientemente, probó fortuna en Ecuador en el banquillo del Liga Deportiva Universitaria de Quito. El Dépor lo fichó del Nacional en 2003. En Riazor estuvo dos temporadas a las órdenes de Javier Irureta, luego dos con Joaquín Caparrós y otro par con Miguel Ángel Lotina, pero apenas jugó. Su enfrentamiento en el vestuario con el israelí Dudu Aouate marcó su etapa final de blanquiazul.

En España también defendió la portería de otros dos equipos: una temporada en el Málaga (2009-10) y tres en el Levante (2010-13). Tras un breve paso por la Fiorentina, en 2014 regresó a Riazor para disputar el Teresa Herrera con el Nacional, el equipo en el que inició y terminó su carrera como guardameta profesional.

Ocho años después de cerrar su etapa en A Coruña, el uruguayo regresa cargado de ilusión por hacer un buen trabajo con el filial blanquiazul. De esta forma, el Deportivo vuelve a apostar por un exfutbolista para el banquillo de uno de sus equipos, en el caso de Munúa con pasado en Riazor. A sus 39 años, tratará de sacar lo mejor de sí a los jóvenes fabrilistas, igual que Cristóbal Parralo está empezando a hacer en el primer equipo. El andaluz, con una larga trayectoria como futbolista profesional, tiene de segundo entrenador a otro jugador con pasado blanquiazul: Javier Manjarín. Ya era su ayudante en el Fabril y ahora lo es en el primer equipo.