Con la portería en el punto de mira debido a la inestabilidad que se ha experimentado desde que arrancó la temporada y la desconfianza con la que se mira a Tyton y Pantilimon, especialmente después de su error ante el Atlético el sábado, el regreso de Rubén Rubén se planteaba como solución a parte de los problemas en esa posición tan delicada. Tras algo más de dos meses fuera del equipo debido a una lesión en un dedo, el guardameta de Coristanco se reincorporó ayer al trabajo con el resto de la plantilla.

Ya hacía algunas semanas que se ejercitaba sobre el césped junto al entrenador de porteros de la primera plantilla, Manu Sotelo, pero no terminaba de dar el paso de sumarse al trabajo con sus compañeros después de dañarse un ligamento de un pulgar. Su reaparición estaba más o menos prevista para después de este segundo paréntesis en la competición y ahora tendrá dos semanas de trabajo por delante que además coinciden con el momento más preocupante de la portería.

El regreso de Rubén, que ayer hizo trabajo específico con Tyton y el guardameta del filial Álex Cobo antes de participar en los ejercicios con el resto de la plantilla, podría llegar el domingo que viene contra el Málaga en el trascendental partido que los deportivistas disputarán en La Rosaleda. Para eso deberá recibir el visto bueno de los médicos en las casi dos semanas que tiene por delante hasta el encuentro.

Su vuelta se interpreta al mismo tiempo como una posible solución a los problemas que atraviesa el equipo en la portería, pero no sirve para ocultar los errores de la dirección deportiva en esta posición. Rubén era la temporada pasada el tercer guardameta de la plantilla y terminó marchándose cedido en el mercado de invierno al Anderlecht belga en busca de minutos.

Este verano regresó en una situación incierta, sin saber realmente hasta qué punto el club contaba con él. Trabajó con la incertidumbre sobre su papel y a sabiendas de que se había contactado con otros porteros para reforzar la portería. Los movimientos de la dirección deportiva, sin embargo, no terminaron de dar sus frutos y Rubén empezó la temporada como titular por delante de Tyton. Disputó dos partidos antes de que una inoportuna lesión a finales de agosto le haya mantenido parado más de dos meses y obligara al club a buscar un recambio de urgencia.

Así llegó Pantilimon, un guardameta sin apenas minutos en las últimas temporadas en Inglaterra y que enseguida despertó desconfianza. Su rendimiento quedó tan entredicho que Pepe Mel se decidió a darle la alternativa a Francis por delante de él y de Tyton, también cuestionado.

La reaparición de Rubén se presenta así como una posible solución a la delicada situación de la portería deportivista antes de que se abra el mercado de invierno. Para eso quedan todavía dos meses y no está claro si el club se decidirá a corregir sus errores del verano. Dependerá del rendimiento que pueda ofrecer Rubén en los próximos compromisos después de volverse a asomar a la portería tras verse alejado de ella durante alrededor de dos meses.