Cristóbal Parralo alcanzó el martes dos semanas al frente del equipo desde que fue promocionado por el club desde el Fabril en sustitución de Pepe Mel. En ese breve periodo de tiempo le ha dado tiempo a esbozar un estilo de juego que ha conectado con la grada, como se pudo comprobar el sábado pasado contra el Atlético, a lograr una victoria balsámica en Las Palmas que ayudó a rebajar el nerviosismo alrededor del equipo y a ganarse a la plantilla.

Los piropos hacia el nuevo técnico blanquiazul desde su aterrizaje en el banquillo se han sucedido en las últimas semanas, aunque esa tendencia también debe ser interpretada dentro del contexto de la llegada de un nuevo entrenador al que todos quieren agradar. Pedro Mosquera, capitán y figura importante dentro del vestuario, ya había elogiado los métodos de Cristóbal y la filosofía que pretende implantar en el equipo. Después de los primeros partidos ha insistido en sus alabanzas, pero al mismo tiempo también lanzó un recado tardío al anterior inquilino del banquillo.

"Estamos trabajando muchas cosas que nos hacían falta, creo que está siendo muy positivo todo lo que está haciendo y se está viendo reflejado", manifestó el centrocampista coruñés sobre la llegada de Cristóbal. "Creo que está totalmente integrado ya. Las primeras semanas fueron un poco raras, con muchos partidos, pero creo que ahora estamos teniendo más tiempo", añadió.

El diagnóstico de Mosquera es que el nuevo entrenador deportivista ha sabido identificar las carencias que presentaba el equipo y que le hicieron encadenar un inicio de temporada titubeante. "Detecta muy bien lo que nos hace falta con balón y sin balón", desveló el jugador coruñés.

El día a día, indicó el jugador, también ha cambiado para la plantilla. Los entrenamientos son diferentes y se enfocan en alcanzar el plus de competitividad del que carecía el equipo. "Mete mucha intensidad en los entrenamientos", destacó Mosquera. En eso también ha sido determinante la personalidad del técnico. "Nos transmite ese carácter que tiene él, fuerte, que nos hace falta. En ese sentido el equipo está creciendo mucho", subrayó.

La meta es alcanzar un rendimiento que permita al equipo abandonar la zona baja de la clasificación e instalarse en las posiciones templadas. Ganar en Málaga la semana que viene será determinante de cara a ese propósito, según Mosquera. "Para nosotros es un partido vital porque es un rival directo que no está pasando un buen momento y tenemos la opción de ponernos a diez puntos y el golaveraje", manifestó el coruñés.