Cristóbal Parralo cumple el viernes su primer mes al frente del DeportivoDeportivo, cuatro intensas semanas que ha dedicado a armar un equipo reconocible, más allá de los resultados. Pese a la mejoría en el juego, la situación en la tabla sigue siendo delicada. Queda mucho por hacer y el técnico blanquiazul es el primero en reconocerlo. "No se cambian las cosas de la noche al día -argumentó tras la derrota del pasado domingo en La Rosaleda-. Hay algunas cosas que hacemos mejor y otras que todavía nos cuestan. Necesitamos trabajar mucho". Y es lo que lleva haciendo desde que dirigió el primer entrenamiento como técnico del primer equipo, el pasado 24 de octubre en Abegondo.

Su rutina está cargada de responsabilidades. A primera hora, antes de cada entrenamiento, el cuerpo técnico ajusta todo lo que tiene preparado y, tras el desarrollo de la sesión, hay una puesta en común. "Una vez acabada, valoramos un poco la sesión. Luego por la tarde analizamos, a veces con imágenes, cómo ha sido todo. Vemos la disponibilidad de los jugadores para el día siguiente y volvemos a pensar las tareas para que se cumplan los objetivos que nos hemos marcado durante la semana -relata el técnico-. También analizamos vídeos, tanto nuestros como del próximo rival, e intentamos durante la semana pasarles cortes a los jugadores, sin que ello lleve mucho tiempo. Tratamos de que sea todo muy resumido y que les pueda quedar muy claro".

Así son, a grandes rasgos, las jornadas de trabajo de Cristóbal, especialmente atento al día a día de la cantera tras su etapa en el Fabril: "Sé lo que siente el entrenador del filial. Yo, en este caso, lo tengo más reciente. Intentamos, dentro de lo que cabe, que ellos también puedan trabajar de la mejor manera".

El fútbol ocupa casi todo su tiempo. Su jornada de trabajo empieza temprano -"me levanto cada día a las 07.30 e intento estar en Abegondo entre las 08.30 y las 08.45"- y acaba tarde, con pocos momentos para desconectar realizando otras actividades como por ejemplo el pádel, un deporte actualmente muy de moda, pero que él practica "desde hace muchos años". "Me gusta mucho. Lo considero muy social. Me ha permitido conocer mucha gente en A Coruña y tener grandes amigos", explica el andaluz. También le apasiona seguir partidos por televisión, y no solo de fútbol: "En general, me gusta ver deporte: tenis, baloncesto? Cualquier deporte me engancha. Me gusta mucho la competición".

Mejorar la situación del Deportivo es su gran objetivo y a lo que dedica casi todo su tiempo, porque "la cabeza siempre se te va al trabajo". De ahí que le resulte complicado hacer paréntesis en su tarea profesional. "Intentamos desconectar, lo que pasa es que no es fácil. Cuando tienes un momento de calma, la cabeza siempre se te va al trabajo, pero intento hacer deporte cada día. Viene bien para aclarar las ideas y sentirme bien, pero sí que es verdad que cuando tienes este trabajo la mayor parte del día estás pensando e intentando encontrar soluciones a los pequeños problemas que van surgiendo", argumenta Cristóbal. Para resolverlos, al entrenador le arropa un amplio grupo de profesionales que le hace sentirse "muy apoyado y respaldado por todos". "Me gusta el trabajo en equipo", asegura el máximo responsable técnico del Dépor.

Su segundo, Javier Manjarín, y los preparadores físicos Luis Fandiño y Julio Hernando, son sus colaboradores más cercanos, junto a Manu Sotelo, encargado de las tareas específicas de los porteros, el readaptador Fran Molano y el preparador físico José Ángel Franganillo. Ellos son solo algunos de los innumerables integrantes de esa gran "familia" que es el Deportivo: "Formamos una familia entre todos, entre los que trabajamos en el día a día en el Dépor, más toda la gente y los aficionados, más los medios de comunicación... Es un club muy familiar y todos formamos parte de ello".