Fede Valverde se llevó una grata sorpresa al término del entrenamiento de ayer en Abegondo al reencontrarse con la seguidora japonesa Minako Tomoda, admiradora del centrocampista ya desde su etapa en Peñarol. Hace años viajó a Uruguay y allí conoció tanto al futbolista como a su familia, y se hicieron amigos. Mina, como así la apodan, se desplazó el pasado verano a Corea del Sur para seguir la participación del joven en el Mundial sub 20, donde fue galardonado con el Balón de PlataBalón de Plata como el segundo mejor jugador de la competición. Ahora, con Fede en el Deportivo, Tomoda viajó desde Tokio para visitar nuevamente al internacional, esta vez en A Coruña. "Es increíble. Nunca me lo esperé. Es algo bonito y una motivación para seguir", asegura Valverde, abrumado por esa ferviente admiración que ha llevado a la nipona a desplazarse desde tan lejos para verlo.

Vestida con un traje típico japonés, Mina siguió desde la grada principal de Abegondo el entrenamiento de ayer y, una vez finalizado, bajó al encuentro de Valverde cuando este se dirigía a los vestuarios. Lo esperó con una bandera uruguaya que mostró para fotografiarse junto a su ídolo tras conversar brevemente con él. "Lo importante es que lo pase bien acá y que la hagamos sentir como en casa", deseó luego el futbolista.