Acabar con la sangría de goles encajados por el Deportivo -veintisiete en catorce jornadas, casi dos de media por partido- ha pasado de ser un objetivo a convertirse en una obsesión para Cristóbal Parralo. El pasado sábado en el Ramón Sánchez Pizjuán el equipo coruñés volvió a mostrarse demasiado vulnerable y el técnico aprovechó ayer la primera sesión de la semana para ajustar movimientos y automatismos sobre el césped de Abegondo con el cuarteto que formó la zaga titular frente al Sevilla y que volverá a actuar desde el inicio el sábado contra el Leganés en Riazor (18.30 horas). Juanfran Moreno, Fabian Schär, Sidnei Rechel y Fernando Navarro, que repetirá para cubrir la baja del lesionado Luisinho Correia en el lateral izquierdo, recibieron continuas instrucciones del andaluz, muy insistente en sus correcciones para que los errores no se vuelvan a repetir.

Cristóbal trabaja contra reloj para hacer del Dépor un equipo sólido y difícil de batir, algo que por ejemplo sí está logrando Asier Garitano en el próximo rival del conjunto coruñés. La fiabilidad defensiva es la base de éxito para los equipos que, como Deportivo y Leganés, parten con el objetivo inicial de la permanencia. Rubén Martínez encajó tres goles en su reaparición frente al Málaga en La Rosaleda, luego dos en Riazor contra el Athletic y otro par en la visita del pasado fin de semana al Sánchez Pizjuán. Hace casi dos meses que el Dépor no logra mantener su portería a cero -el 15 de octubre, en Ipurua, con Francis Uzoho bajo palos- y Cristóbal quiere cuidar todos los detalles con la esperanza de recuperar ese candado el sábado en Riazor frente al Leganés.

Quiere que sus hombres tengan las ideas claras para saber tomar las decisiones más adecuadas según cada situación. Las coberturas, las basculaciones y la eficacia para despejar los centros laterales fueron algunos de los aspectos que Cristóbal trabajó con los cuatro zagueros, a los que obligó a tener que emplearse a fondo para defender en inferioridad numérica ataques de seis contra cuatro. El suizo Schär fue el que más consejos recibió del entrenador. Por ejemplo, para que esté atento "no solo al balón, sino al balón y al jugador". Incluso le animó a frenar el avance del rival haciendo falta cuando no quede más remedio: "No se trata solo de robar, se trata de que no me supere".

Tras ese trabajo especial para los cuatro defensas titulares, a continuación Cristóbal también repasó los mismos conceptos con el resto de zagueros, formando una segunda línea de cobertura integrada por Gerard Valentín, Albentosa, Saúl y el fabrilista Blas. El técnico sigue apostando por el trabajo duro en busca de la reacción del Deportivo. Está convencido de que de esa forma llegará la mejora, y así lo entienden también sus futbolistas. "No conozco otra manera de remediar estos errores que cometemos todos en general, porque aquí fallamos todos, que con trabajo", afirmó Lucas Pérez tras el entrenamiento. "Lo que hay que hacer es trabajar y hacer lo que nos pide el entrenador. Somos un grupo de 25 y todos tenemos que arrimar el hombro y apoyar para cuando el técnico te necesite", añadió el ariete coruñés.