El Deportivo hizo un partido muy completo contra el Leganés y cuando digo completo me refiero a que estuvo bien en las dos facetas del fútbol, tanto la ofensiva como la defensiva. El problema es que no fue capaz de sentenciar y al final se vio con el agua al cuello por esa intranquilidad y ese miedo que a todos nos genera su fragilidad defensiva. Sin embargo, el sábado el equipo trabajó muy bien, estuvo muy sólido y no cometió errores.

El hecho de que el rival no disparara entre los tres palos en todo el partido es significativo porque es la primera vez en la temporada que ocurre esa circunstancia y hay que tener en cuenta que el Leganés llegaba a Riazor en los puestos de arriba y en una situación francamente buena. Rubén estuvo muy correcto en lo que le tocó participar, haciendo algún despeje y algún blocaje. Espero y deseo que dejemos de tener la vista puesta en la portería.

El Leganés no tuvo capacidad de respuesta cuando se vio por debajo en el marcador y eso tuvo mucho que ver con que el Deportivo no se conformó con el resultado a favor y no se vino atrás. Intentó mantener el control del juego con la posesión. En ese apartado fue muy importante la aportación de jugadores como Çolak, Carles Gil y Adrián. Hay que valorar también el partido que hizo Lucas, aunque no marcara ni tuviera ocasiones. Se mata a correr y hace un trabajo importante para el equipo a pesar de que recibe muy pocos balones.

Çolak estuvo muy bien. En la primera parte, cuando al Dépor más le costaba elaborar con fluidez, bajó a recibir el balón y trabajó entre líneas. Demostró que es un jugador desequilibrante, con mucha personalidad. No echamos en falta a Valverde, que es un futbolista en el que tenemos depositadas muchas esperanzas.

En cuanto a Adrián, se le podrá achacar muchas veces su excesiva frialdad pero lo cierto es que participa en casi todos los goles que está anotando el Deportivo. Cada vez que el balón pasa por él da la sensación de que puede crear una jugada. Está aportando muy buenas cosas al equipo.

En definitiva, la fórmula del sábado funcionó y en teoría debería tener continuidad por esa máxima del fútbol que dice que si una cosa funciona lo mejor es no tocarla. Hemos ganado un partido que tenía muchísima importancia. De no haberlo conseguido, la situación se pondría muy difícil teniendo en cuenta el calendario complicado que se avecina.