Hace poco más de nueve meses el Deportivo cedió una victoria en Riazor ante el Celta (0-1) en un partido ignominioso de los blanquiazules, que en ningún momento del encuentro dieron muestras de saber lo que se estaba jugando. Los vigueses venían de recorrer más de ocho mil kilómetros tras disputar en Rusia ante el Krasnodar un partido de la Liga Europa. Los coruñeses habían disfrutado de una semana de placidez provocada, en buen parte, por su triunfo ante el Barcelona (2-1) en la jornada anterior. El gol de Aspas, sin embargo, sentenció a un equipo sin alma que jugó en todo momento a lo que quiso el adversario para enojo de la parroquia deportivista. Con esa victoria los celestes rompieron la igualdad existente hasta entonces en los partidos en la máxima categoría, en donde cada equipo había logrado 26 triunfos, que ahora son 27 para los olívicos, además de empatar en los otros 18 encuentros. Aun así, en Riazor sigue mandando el Deportivo con 18 victorias; el Celta logró 10 triunfos y 7 empates.

El equipo blanquiazul llega al clásico gallego después de la debacle contra el Barcelona -como había sucedido en el ejercicio pasado cuando también los barcelonistas se habían medido a los blanquiazules en la jornada anterior al derbi-, mientras que el Celta lo hace tras perder en Balaídos contra el Villarreal y con tres puntos más en la clasificación. Es decir, que si los blanquiazules ganan el próximo sábado darán caza a su eterno rival, que seguiría contado con la ventaja de un mejor golaveraje general, y aumentarían su ventaja como locales. Una diferencia a favor de los deportivistas que es todavía mayor en Segunda División, categoría en la que los blanquiazules lograron el triunfo en 16 oportunidades, perdieron en cuatro y cedieron dos empates. En Segunda División B, donde ambos coincidieron en la campaña 80-81 -la del estreno en esta categoría-, solo se enfrentaron en dos partidos en los que los celestes empataron en Riazor y vencieron en Balaídos (1-0).

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El Deportivo, a punto para O Noso Derbi

El del sábado será el clásico gallego número 118, contando solo los partidos de Liga, el 58º en campo coruñés, con un balance claramente favorable al equipo que ahora dirige Cristóbal Parralo, que ganó 34 de esos encuentros como local, empató 10 y perdió 14. Son cifras que avalan que el equipo de casa siempre parte con cierta ventaja, a pesar del tópico de que en los derbis "nunca hay favoritos". "Nosotros jugamos en casa y tenemos que ganar", declaró ayer Fabian Schär tras recibir el premio Estrella Galicia al mejor jugador del Deportivo en noviembre. "El que juega en casa siempre tiene un poquito más de fuerza. Estás con la mayoría de los aficionados encima de ti y es una ventaja de partida", reconoció Juan Carlos Unzué el pasado lunes en un acto organizado por Abanca. El central suizo, que ayer volvió a dirigirse al deportivismo en gallego a través de las redes sociales, también aseguró ser consciente de la importancia del encuentro. "Es el partido más importante del año para nuestra afición", dijo en Abegondo. " Agora toca dalo todo e gañar", escribió en su Twitter.

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