Para tener alguna opción de llevarse el derbi de ayer en Riazor, el Deportivo debería al menos haber acertado en alguna de las varias oportunidades que tuvo en la primera mitad. Tampoco eso le hubiera garantizado sobrevivir a un partido en el que, como ya se ha convertido en costumbre, el equipo debía contrarrestar al rival y al mismo tiempo a sí mismo. Porque si algo garantiza el conjunto blanquiazul esta temporada es dispararse en los pies. Ayer no fue la excepción y prácticamente nada más empezar, a los tres minutos, la defensa deportivista ya había añadido uno de esos errores tan comunes y familiares este curso.

Pione adivinó el boquete en el costado izquierdo de la defensa deportivista y por allí se coló Wass, que no encontró estorbo en un Adrián demasiado alejado de la jugada. Una vez más, al Deportivo le tocaba enmendar su falta de contundencia atrás a través de su propuesta ofensiva.

Por momentos pareció que terminaría corrigiendo esa primera pifia a base de empuje ante un Celta que se afanaba en resistir, sin apenas dar muestras de la reputación de conjunto protagonista que se le adjudica. No acertó Adrián ni tampoco Guilherme en dos remates que se cantaron desde la grada, pero sí lo haría Iago Aspas cuando el Deportivo se disparó en el otro pie.

En esta ocasión fue Sidnei, impecable hasta entonces, quien midió mal y falló un despeje franco con toda la ventaja. Estuvo al quite Maxi Gómez, generoso también para cederle el tanto a su compañero. El Celta mostró una efectividad que ampliaría con el tercero: tres disparos a portería y tres goles que dejan al Deportivo en una situación delicadísima.

Igualado con los puestos de descenso y con un calendario de aúpa por delante, el conjunto blanquiazul necesita una catarsis que le permita afrontar la segunda mitad del campeonato liberado de sus principales males. El club decidirá si lo hace por medio de otro volantazo en el banquillo o si por el contrario aprovecha el mercado de invierno que se abrirá en enero para matizar las carencias de una plantilla a la que se le agotan las coartadas en esta temporada.