El inicio del año para el Deportivo se presenta duro con tres equipos que están entre los seis primeros de la clasificación -Villarreal, Valencia y Madrid- con dos de estos partidos a domicilio, en concreto en La Cerámica y en el Santiago Bernabeu. Riazor aguarda a los ches, que son los que tratan de hacer sombra al Atlético en la lucha por la segunda plaza. Será después de estos tres partidos cuando el cuadro coruñés se encuentre con un calendario más suave, con rivales directos en la lucha por la permanencia y ante los que la victoria o puntuar serán definitivas para garantizar la continuidad en Primera una temporada más. Levante, Real Sociedad, Betis, Alavés, Espanyol, Getafe, Eibar. Girona y Las Palmas aguardan a los blanquiazules en los próximo febrero y marzo, dos meses que pueden resultar definitivos.

La bajada comenzará el último fin de semana de enero con la visita del Levante a Riazor (domingo 28 a las 12.00 horas) para continuar con enfrentamientos con equipos de la zona medio baja de la clasificación en los que los resultados marcarán el devenir del cuadro blanquiazul y no solo por el resultado sino también por lo que supongan en cuanto al golaverage particular, que pude resultar definitivo al final de la temporada. En este aspecto los deportivistas los tienen complicado especialmente con la Real Sociedad (ganó en Riazor 2-4) y el Espanyol (4-1) y también sucumbió en A Coruña contra el Girona (1-2), un resultado por la mínima que es factible corregir en Montilivi. De la misma manera que dos adversarios directos, Alavés y Getafe, están en condiciones de remontar el tanteo adverso que encajaron en el coliseo deportivista, pues ambos perdieron por la mínima.

Deportivo, así como Alavés, Málaga y Las Palmas, lo tienen complicado por la posición que ocupan, pero no están tan lejos de alcanzar los puestos de salvación, por lo menos numéricamente, ya que las sensaciones el equipo coruñés dicen todo lo contrario. La diferencia entre deportivistas y alavesistas con el séptimo, plaza que ocupa el Eibar, son nueve puntos, es decir, tres partidos. Nada complicado en circunstancias normales, impensable para el deportivismo con la dinámica que mantiene su equipo, en el que perdió la escasa fe que podía tener. Por eso, arañar algo en los tres próximos encuentros sería altamente positivo para el equipo de Cristóbal en el sentido de que recuperaría algo de credibilidad y animaría a su gente a seguir arrimando un hombro que parece dispuesta a abandonar.

El partido contra el Valencia, por disputarse en Riazor y tratarse del adversario del que se trata, puede marcar la pauta de comportamiento tanto de los jugadores como de uno seguidores que siguen yendo muchísimos escalones por encima del equipo, pero este Valencia no es el mismo del de año anteriores, está al nivel del Atlético y por encima del Madrid. Es el equipo de Mestalla más fuertes de los últimos años. Queda la opción de repetir en La Cerámica los resultados de los últimos años, donde el Deportivo regresó con un empate y un triunfo, en ambos casos fueron garantía de continuidad en la elite. Y a raíz de eso llega los definitivo con los encuentros ante adversarios de un mismo nivel teórico, ante los que los puntos serán definitivos.

El descenso empieza en el último fin de semana de enero con un calendario que se suaviza y se mantiene hasta el parón de marzo en unas jornadas en las que todos serán encuentros claves para el futuro de la entidad coruñesa. hasta entonces aguardan doce partidos, tres de los que podrían considerarse imposible y otros diez para arreglar la temporada antes de meterse en las últimas nueve jornadas en las que el calendario de torna de nuevo más complicado, con solo el Málaga y el Leganés como adversarios de la misma Liga