Tres años y medio después de aterrizar en el club para reforzar la secretaría técnica y tras algo mas de dos al frente de esta parcela, Richard Barral abandonó ayer la dirección deportiva de mutuo acuerdo con el consejo de administración. Su salida deja vacante un puesto estratégico en un momento especialmente delicado, con el mercado de invierno recién abierto, y que ha sido objeto de profundas reflexiones en las últimas temporadas por el discreto rendimiento del equipo.

Los resultados y la comprometida situación en la que se encuentra el equipo, igualado con los puestos de descenso a falta de dos jornadas para alcanzar el ecuador del campeonato, han terminado precipitando una decisión que se venía fraguando desde hace semanas. Fue ayer, durante una reunión del propio Barral con el consejo de administración, cuando se acordó una salida que el ya ex director deportivo justificó por el "desgaste" acumulado a lo largo de cuatro temporadas. "He dado todo en estos tres años y medio. Esto ha producido un desgaste muy importante a todos los niveles", razonó ayer en su despedida en la ciudad deportiva de Abegondo después de que el club anunciase su marcha.

Han sido los últimos meses, sin embargo, los que más han dañado la figura de un Barral al que el presidente, Tino Fernández, promovió como estratega del proyecto deportivo en octubre de 2015. Un año antes había aterrizado en el equipo de su ciudad cuando aún tenía contrato en vigor con el Udinese italiano, donde se ganó cierta reputación de hábil ojeador del mercado. Por aquel entonces tuvo que maniobrar con unos recursos económicos limitadísimos para confeccionar plantillas que a duras penas lograron salvar la categoría y ha sido con una situación financiera más saneada cuando se le ha atragantado el puesto. Conforme han crecido la capacidad para incorporar jugadores y la ambición del club, más discretos han sido los resultados. Ayer reconoció que la decepcionante trayectoria del equipo esta temporada es lo que le ha empujado fuera del club. "Hemos llegado a un acuerdo total. Lo llevábamos hablando un tiempo y hemos llegado a una decisión definitiva", desveló.

Han sido los resultados de una plantilla cuya confección se ha puesto en entredicho desde el arranque del campeonato los que han ido erosionando su figura, aunque ayer subrayara que la "presión" de los últimos meses no le ha afectado y que trataba de "aislarse". Él, sin embargo, defendió la planificación que se hizo durante el verano y al mismo tiempo se reafirmó en una apuesta futbolística que también se ha visto cuestionada. "¿Cuál es el fútbol que gana?", se preguntó en su despedida. "Desde hace quince o veinte años la selección española gana, la alemana cambió su modelo, Inglaterra, que nunca cambia, también lo hizo", enumeró para defender una visión que no ha conseguido implantar en el equipo.

Lo intentó con jugadores de un marcado perfil ofensivo que sin embargo no encontraron sustento en el banquillo. Llegaron Lucas Pérez, Luis Alberto, Emre Çolak, Carles Gil o Adrián López, pero como entrenadores se han sucedido Víctor Fernández, Víctor Sánchez del Amo, Gaizka Garitano, Pepe Mel y ahora Cristóbal sin alcanzar la tan deseada estabilidad. Richard Barral, no obstante, se reafirmó en su apuesta y en la plantilla que confeccionó este curso. "A nivel de resultados, el primer año fue normal, en el segundo año la primera vuelta fue de UEFA y la segunda salió mal por diferentes motivos y la gran decepción es este año. Tenemos una plantilla con jugadores internacionales y no paramos de recibir felicitaciones en agosto. Lo que no tienen defensa son los resultados y yo no los puedo defender", reflexionó ayer en su despedida.

En ese sentido, el ex director deportivo asumió su parte de responsabilidad en la situación que atraviesa actualmente el equipo. Llamado a abandonar los apuros de temporadas anteriores, el club colocó el listón por encima de mitad de la tabla, pero casi en el ecuador del campeonato el Deportivo ocupa puestos de descenso. "Esta es la mejor plantilla en los últimos siete u ocho años y asumo toda la responsabilidad de la situación en la que estamos", manifestó Barral. La perspectiva invita a pensar en otra temporada en el alambre, sujeta a la posibilidad de coquetear hasta final de curso con la amenaza del descenso. Hace cinco meses, la meta era estar más cerca de Europa que de Segunda División. "Para mí este año iba a ser el del despegue, esperemos que aún haya tiempo", destacó.

El club deberá ahora reestructurar una parcela deportiva ya mermada por la marcha hace unos meses del consejero Fernando Vidal. Ayer Barral no aclaró si su puesto lo asumirá alguien que ya forma parte de la secretaría técnica o bien se optará por la incorporación de alguien ajeno.

El de ayer fue un día especialmente doloroso para Richard Barral, quien además de asumir el trance de abandonar su puesto de trabajo tendrá que digerir que se marcha del equipo de su ciudad. El ya ex director deportivo reconoció que abandonaba el club con "tristeza", pero al mismo tiempo agradecido por el trato recibido durante los casi cuatros años que ha formado parte del organigrama técnico de la entidad. "Hasta el día de hoy (por ayer), con la mano en el corazón, ni el presidente ni nadie me hizo sentir rechazo, me voy dejando amigos", aseguró en su despedida en las instalaciones de la ciudad deportiva de Abegondo.

Barral insistió en el carácter amistoso de su marcha, a pesar del vacío que deja en un área estratégica justo en el inicio del mercado de invierno. Negó que se hayan producido roces y destacó la figura del presidente. "Me voy dejando amigos", insistió. "Al presidente no lo conocía, al que más conocía era a Fernando Vidal, pero no hubo ningún conflicto, solo un desgaste importante", añadió.

El ya ex director deportivo también rechazó que su salida tenga algo que ver con la dimisión hace unos meses del que fuera consejero responsable del área deportiva. "Espero que con la perspectiva del tiempo, cuando pasen unos años, se valore. Sé que van a empezar todo tipo de especulaciones, que sin Fernando (Vidal) quedé debilitado o que no me llevo bien con Tino (Fernández), en absoluto", subrayó Barral.

Su intención inmediata será alejarse y descansar, disfrutar de unas vacaciones que no ha tenido en los últimos años. Después, volverá a trabajar. "Lo que voy a hacer primero es apagar el móvil e irme una temporada larga de Coruña", confesó ayer nada más abandonar el cargo.